'Entre vivir y soñar', una comedia romántica en París

"El problema del personaje de Ana es que sigue colgada de un novio que tuvo de jovencita, un chico que para ella era tan guapo como Alain Delon, que sabía decir a las chicas lo que a éstas les gusta oír y que, además, se ha convertido en un gran cocinero", dice Alfonso Albacete.

Ese francés maravilloso es el actor Thierry Lhermitte, que 20 años más tarde dirige un restaurante prestigioso pero ha perdido la memoria, no de las recetas con las que enamoraba, sino de los amores. Una decepción para Ana, que huye de un marido que iba para rockero y se ha quedado en dependiente de una agencia de viajes siendo incapaz de subirse a un avión. "En realidad, Ana se enamoró de un rockero, se casó con un agente de viajes y vive con un desconocido, lo que no sería especialmente grave si los tres no fueran la misma persona" dice Albacete.

El filme es "una comedia pero muy seria, una comedia sentimental, con Carmen en un papel de mujer muy sufridora", dice el más locuaz de los dos directores. Para la actriz, "Alfonso es un sol y David supongo que también, pero es más reservado. Entre ellos se llevan muy bien pero para los actores todo es más complicado porque en vez de tener que seducir a uno tenemos que lidiar con dos". Le encanta la historia porque "es la de una mujer que se concede una segunda oportunidad, que empieza mitificando el pasado, sufre luego una decepción pero acaba descubriendo su libertad". La película, producida por Rodar&Rodar y escrita por los directores y Ángeles González Sinde, tiene fotografía de David Carretero y música de Juan Bardem.