Los testigos del imam de Fuengirola admiten que ningún texto moderno del islam acepta el maltrato a las mujeres
No existe ningún libro moderno del islamismo que justifique los malos tratos físicos o psíquicos a las mujeres ni su inferioridad respecto del hombre. Esa fue la opinión coincidente de los seis testigos presentados ayer por la defesa del imam de Fuengirola en la segunda sesión del juicio contra Mohamed Kamal Mostafa que se celebra en Barcelona. Los testigos coincidieron en que la acción de golpear a las mujeres está recogida en la sunna, la doctrina que interpreta el Corán, pero puntualizaron también que esos mismos textos reconocen la igualdad entre sexos.
Ante esa contradicción, el magistrado Juan Pedro Yllanes, encargado de juzgar el caso, acabó interrogando de forma incisiva y preguntó abiertamente a los testigos si en alguna obra moderna interpretativa del islam se relata cómo efectuar castigos físicos a las mujeres, un aspecto que sí se recogen en La mujer en el islam, escrita por el acusado y dirigida a las mujeres musulmanas residentes en España. "Si eso está en el Corán y la sunna hay que explicarlo", declaró a modo de justificación Carmen Romero, profesora de filología semítica en la Universida de Sevilla. "Oíga, estamos hablando de la Costa del Sol, España, Comunidad Europea, el siglo XXI. Esto no es una sociedad de beduinos", le recriminó el magistrado.
"Dígame en qué versículo del Corán o la sunna se dice eso", insistió el juez. "No lo sé, debería releerlo", contestó Romero. "¿Y en algún libro moderno del islam que usted haya leído, similar a éste que comentamos, se dice lo que aquí se dice?", inquirió en referencia a La mujer en el islam. "No", fue la respuesta. "Dígalo más alto para que se grabe", le espetó el juez.
La declaración del testigo Ángel López, doctor en filología árabe en la Universidad de Las Palmas, ratificó también que los intérpretes del Corán citados por el abogado defensor datan de hace nueve o diez siglos. El letrado quiso situarlos con concreción, pero el testigo dudó en algún caso. "Mire usted, dos siglos arriba o abajo da lo mismo", le dijo el juez.
Jamila Merzouh, la única doctora que hay en España en derecho islámico, acudió también a declarar y afirmó: "La ley islámica pone a cada uno en su lugar, porque la mujer también puede reprender al marido". "¿Pero eso no viene en este libro, no?, terció el juez. Minutos antes ya había sido mucho más explícito cuando preguntó a la testigo si conocía algún texto islámico en el que se justifique que la mujer pueda pegar al esposo.
Los otros testigos que declararon fueron el imam de Barcelona, Aalaa Abdelaziz Hassan Abouhussien, y Julia Carabaza, doctora en filología semítica de la Universidad de Sevilla, ambos conocidos del acusado. "En el libro no se dice nada nuevo, con todo mi respeto por el señor Kamal", dijo el primero. "Si no se conoce nada del islam pueden chocar algunas frases", dijo la segunda. También compareció Brahim Bahedda, el traductor de la obra del árabe al castellano. "No se puede decir que el islam justifique que se pegue a la mujer. Lo corroboro ante Dios, no ante su señoría", declaró. El juicio proseguirá el próximo día 19.
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