En el colegio, como en casa

Si no se conoce su existencia, algo que pese a sus casi 30 años de historia le ocurre a muchos malagueños, la primera sensación que asalta al visitante al cruzar la verja de entrada es que se ha equivocado; que toda esa vasta extensión de jardines y árboles no puede ser la Residencia escolar Andalucía, sino más bien un jardín botánico u otra instalación similar. Pero basta adentrarse unos metros más por el carril de la entrada para salir del equívoco.

Es entonces cuando entre las copas de los árboles se empiezan a divisar los edificios de los cuatro institutos que alberga el complejo y del resto de instalaciones que se reparten por los 200.000 metros cuadrados con los que cuenta este cuidado recinto (60.000 metros de zonas verdes).

Y es que, sorprende que a tan sólo unos minutos del centro de la capital y del asfaltado y gris campus universitario de Teatinos exista un paraje así. Éste es uno de los principales atractivos del lugar, pero no el único. La antigua Universidad Laboral de Málaga es hoy un innovador complejo educativo en el que 1.500 alumnos cursan sus estudios de secundaria (ESO), bachillerato, ciclos formativos de grado medio o superior, programas de garantía social e incluso educación para adultos en horario nocturno.

La amplia oferta es un complemento perfecto para los 289 internos de la Residencia Andalucía, que cuenta con 325 plazas y se ubica en la parte alta del complejo, al resguardo de las montañas. La residencia cuenta con ocho edificios de dormitorios perfectamente equipados cada uno de los cuales está bautizado con el nombre de una provincia andaluza. Junto a ellos, a escasos metros y repartidos por los jardines, se encuentran el resto de instalaciones que han hecho de la Residencia Andalucía una de las mejores de las 36 que actualmente oferta la Consejería de Educación, en las que estudian un total de 5.037 alumnos y a las que se destinan 22,5 millones este curso.

"Las instalaciones son de primera, pero también lo son los servicios y actividades que encuentran aquí los alumnos", explica Agustín Rodríguez, que lleva 10 años al frente de la residencia. A los edificios de cafeterías, la piscina olímpica, las pistas polideportivas, el campo de fútbol, el circuito de bicicleta de montaña, el aula de informática, la sala de audiciones, la enfermería o los laboratorios, como apunta el director, hay que unir el completo programa de actividades que se oferta al alumnado, interno o no. "A la residencia nos llegan alumnos de toda Andalucía. Algunos proceden de zonas rurales donde su escolarización es complicada; otros llegan de entornos socio-familiares conflictivos y otra parte son alumnos con progresión deportiva que aquí encuentran lo que necesitan sin tener que descuidar los estudios", explica Rodríguez.

Deportistas en progresión

La presencia de este último tipo de alumnos (91 deportistas en progresión de entre 12 y 20 años) dota a la residencia de una singularidad específica. De aquí han salido las subcampeonas de España de baloncesto en categoría infantil que juegan en el Club Los Guindos, actual campeón de la Copa Andalucía, o los campeones de España en Kayak-Polo.

Carmen Casas y Genoveva Tapia, cordobesas de 12 y 14 años, respectivamente, son dos residentes que forman parte del club de baloncesto Los Guindos. Ambas aseguran sentirse como en casa, aunque a Carmen, recién llegada, aún echa de menos a su familia y amigos de Las Ramblas (Córdoba), morriña que mitiga los fines de semana y las tardes en las que pueden recibir visitas. Con el tiempo, ambas esperan alcanzar la notoriedad de uno de los ilustres deportistas que han salido de estas aulas, el jugador internacional de Unicaja Carlos Cabezas.

Además, la residencia cuenta con escuelas de balonmano, voleibol, atletismo, tiro con arco, senderismo, bicicleta de montaña y de fútbol. Precisamente, el Málaga tiene firmado un convenio para enviar a estudiar a la residencia a los chavales que selecciona para sus categorías inferiores, y que en estos momentos son más de 40. "En prestaciones estamos por encima de La Masía del Barça y de la Casa Blanca del Real Madrid", apunta orgulloso el director, que se muestra igual de satisfecho con la labor social y deportiva complementaria que su centro realiza en verano.