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Reportaje:

Policía de día, actor erótico de noche

El agente Carlos Hernández ha sido suspendido de empleo cuatro años

F. Javier Barroso

Alto, pelo corto y cuerpo muy bien esculpido. Serio, profesional y muy cotizado dentro de la noche. Carlos Hernández Rubio, vecino de Alcalá de Henares (Madrid), se ha convertido en uno de los actores eróticos más conocidos en la capital. Sin embargo, este hombre de 27 años ha visto cómo su principal carrera profesional, la de agente del Cuerpo Nacional de Policía, ha quedado temporalmente truncada. El Consejo de la Policía (máximo órgano rector del cuerpo) le ha suspendido de empleo y sueldo durante cuatro años por actividades que van contra el decoro de los policías.

Hernández lleva practicando deporte desde los 14 años, lo que le ha permitido moldear un cuerpo musculoso y sin un gramo de grasa. Eso le ha hecho entrar por la puerta grande de muchas discotecas y locales nocturnos, donde se desnuda de forma erótica... y levanta pasiones.

Asuntos Internos considera que el 'strip-tease' vulnera el decoro del Cuerpo

Sin embargo, Hernández se topó con un inconveniente en su corta carrera dentro del strip-tease: ser policía, lo que le imposibilita tener otras ocupaciones, según marca la Ley de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en su artículo 27.3.

Hernández, que ingresó en 2000 en la policía, comenzó en los espectáculos nocturnos hace año y medio, cuando unos amigos que también hacen strip-tease le invitaron a sacar provecho a sus horas de gimnasio. "Dijeron que con mi físico podía divertirme con espectáculos para mujeres. La idea me apeteció mucho porque era una forma de ver un aliciente en las dos horas diarias que debo de entrenarme para estar en forma", dice.

Dicho y hecho, en abril de 2002 empezó a hacer sus primeros pinitos dentro de su otra profesión. Primero fue en un restaurante del distrito de Salamanca, donde se hacen festivas despedidas de soltera. Después hizo alguna incursión en programas de Telecinco, Antena 3 y Telemadrid, donde mostró su físico ante millones de espectadores.

Hernández asegura ahora: "He levantado muchas envidias entre algunos mandos e incluso compañeros... y ahora me están pasando factura". Y es que Carlos acudía a su trabajo en la comisaría de Ciudad Lineal con un flamante Mercedes SLK 230, importado de Alemania, pese a que un agente básico como él cobra un sueldo medio de 1.140 euros. Primero trabajaba en los zetas (coches patrulla), pero luego fue destinado al servicio de seguridad y vigilancia de la comisaría. "Más de un jefe no podía entender cómo un simple policía tenía un coche deportivo así ni que más de una vez fuese más de una famosa a verme vestido de uniforme. Eso despertó muchas suspicacias", explica.

Todo eso motivó que el Departamento de Asuntos Internos de la policía le investigara,al sospechar que estaba ligado a una banda de narcos. Las pesquisas fueron archivadas por la Fiscalía de Alcalá de Henares ante la falta de pruebas. "Tenían que engancharle por cualquier lado, a pesar de que sabían que no había nada importante contra él. Por eso siguieron con sus actuaciones en espectáculos eróticos", señala el abogado de Hernández, Alfonso Díaz Moñux.

"Yo no he negado en ningún momento que participara en espectáculos eróticos. Pero nunca he cobrado, que es de lo que me acusa Asuntos Internos", añade el agente. En su expediente consta que desde abril de 2002 hasta marzo pasado ha participado en espectáculos eróticos en tres cadenas de televisión, en la sala de fiestas New Boys Aire (ya desaparecida); en el restaurante erótico Kamasutra, "cuyo propietario le abonó unos 60 euros por actuación", y en casas particulares. Además, el policía viajó al extranjero entre el 10 y el 25 de diciembre de 2002, a pesar de estar de baja médica y no tener permiso de sus superiores. Ante estos hechos, el Consejo de la Policía ha acordado que sea suspendido de empleo y sueldo durante cuatro años al cometer una falta muy grave: "El ejercicio de actividades públicas o privadas incompatibles con el desempeño de sus funciones".

Hernández está de baja por depresión desde el pasado agosto. Este parón en su actividad coincide con el inicio del expediente, que puede demorarse hasta 18 meses antes de pasar por un tribunal médico que determine si continúa en el cuerpo. ¿Y cuál va a ser su futuro? Él se encoge de hombros y no da una respuesta clara: "No lo sé. No tengo ninguna ilusión de seguir en la policía. Al día siguiente de que se demuestre que soy inocente, abandonaré la policía".

El policía nacional Carlos Hernández Rubio.
El policía nacional Carlos Hernández Rubio.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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