Condenado a 20 años el general que dirigió el cerco de Sarajevo
La Haya sentencia a Stanislav Galic por la muerte de miles de civiles
Stanislav Galic, el general serbobosnio responsable del sitio de Sarajevo (1992-1994) en el que perdieron la vida cerca de 12.000 personas, mil de las cuales eran niños, fue condenado ayer a 20 años de cárcel por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) por crímenes de guerra y contra la humanidad. Según la sentencia, Galic dirigió los ataques contra la población de la capital de Bosnia-Herzegovina.
Los jueces consideraron además, que la campaña formaba parte de una política de terror, considerada por primera vez un delito punible por el Tribunal de La Haya. El juez colombiano Rafael Nieto Navia, miembro de la terna que condenó a Galic, hizo constar su desacuerdo con la cuantía de la pena. En su opinión, sí hubo asesinatos y actos inhumanos, pero no datos suficientes para considerar que los civiles fueran el principal objetivo de los soldados serbobosnios. Por lo que la pena al general de 60 años debería ser de 10 de prisión.
Las circunstancias del asedio fueron complejas. Sarajevo tenía en 1992 un censo de 340.000 personas. Stanislav Galic era un oficial del Ejército de la autodenominada República Serbia (entidad serbia en Bosnia) y sus soldados luchaban contra las tropas de Bosnia-Herzegovina, esparcidas por la ciudad. Según la defensa, la proximidad de estas últimas a la población convirtió a los habitantes en "víctimas colaterales de ataques contra blancos militares". Los letrados pidieron la absolución del general. Para Alphons Orie, presidente de la sala que ha juzgado a Galic, tal vez pudiera calificarse de accidental una fracción de las bajas civiles. Sin embargo, dijo que había pruebas de que los ciudadanos fueron atacados por el mero hecho de residir en Sarajevo.
"La gente era tiroteada cuando asistía a funerales; viajaba en autobuses, tranvías y ambulancias; iba al mercado o jugaba en la calle, como en el caso de los niños", señaló el juez al leer la sentencia. Durante el juicio se recordó la matanza del mercado de Markale, perpetrada el 5 de febrero de 1994. Una granada lanzada contra los puestos de madera donde se arremolinaban los clientes causó 60 muertos y más de un centenar de heridos. Este suceso, y la mortífera labor de los francotiradores serbobosnios que dispararon contra mujeres con bolsas de la compra, ancianas que cargaban agua o niñas con sus madres en busca de libros de texto, convirtieron a Sarajevo en uno de los símbolos de la guerra de Bosnia. Los superiores del general Galic, su colega Ratko Mladic y el líder serbobosnio, Radovan Karadzic, están también acusados por el TPIY del cerco.
Más acusados
Aunque Slobodan Milosevic sea el principal encausado del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, y también el más conocido, otros procesos siguen su curso con distintos jueces. En uno de los últimos en abrirse, ocuparon el banquillo de los acusados dos militares musulmanes bosnios, el ex general Enver Hadzihasanovic y el coronel Amir Kubura. Acusados de la muerte de unos 200 civiles serbios y croatas en Bosnia en 1993, su presencia en La Haya demuestra, según los juristas, que el TPIY no ha sido formado para castigar sólo a Serbia por las guerras de los Balcanes.
Algunos juicios ya han concluido y ahora se ven las apelaciones. En dicha situación se encuentra el caso del general serbobosnio Radislav Krstic. Hace dos años fue condenado a 46 años de cárcel por la matanza de Srebrenica, donde murieron más de 7.500 musulmanes.
Milan Babic, ex líder serbio de Croacia, está, por su parte, acusado de limpieza étnica en la república serbia de Krajina (entidad serbia en Croacia).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.