Las críticas al PNV "encrespan más el debate", dice un juez del Tribunal vasco

El presidente de la Sala de lo Social de Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, Manuel Díaz de Rábago, en su voto particular contrario a la decisión de la sala de gobierno del alto tribunal vasco de criticar la manifestación de apoyo a Juan María Atutxa frente al Palacio de Justicia, apunta que con dicha censura "se encrespa más el debate político en el que ese acto se enmarca y se contribuye a la propia deslegitimación que se quiere defender". No fue un "acto que tratase de atentar contra la independencia judicial" y apostilla que "bastante tensionada está ya nuestra sociedad en el terreno de la política como para que se inmiscuya en ella un órgano de gobierno del Poder Judicial".

Rábago asegura que la sala nunca debió pronunciarse por el apoyo a los miembros de la Mesa imputados por un delito de desobediencia. Para él, esa muestra de apoyo no implica un "significado de deslegitimación del Poder Judicial", como mantenía la mayoría del órgano de gobierno de los jueces vascos.

Díaz de Rábago cree que entre las funciones de las Salas de Gobierno "no se encuentra la de realizar manifestaciones públicas de repulsa de actuaciones realizadas por ciudadanos y dirigentes de partidos políticos que puedan consistir en la expresión de posturas deslegitimadoras del poder judicial, ya que en todo caso serían reflejo de opiniones y pareceres propios del debate político".

Imparcialidad

En conversación con este periódico, Rábago explicó que, en general, el Poder Judicial "se deslegitima más por sus propias actuaciones, que por las que llegan desde el exterior. Pierde la imparcialidad a la que se debe cuando se mete en el debate político", apuntó. "La Sala de Gobierno no está para ese tipo de debate". Rábago, además, recuerda que los "adversarios políticos también quieren sacar rentabilidad" de la situación procesal de los imputados.

"Al igual que no cabe sostener que la admisión de la querella de esos cualificados representantes de la soberanía popular ha sido un acto de deslegitimación del Parlamento vasco, tampoco cabe mantener que la concentración y las declaraciones y cánticos efectuados implica un intento de deslegitimación del Poder Judicial", señala Rábago.

"No parece conveniente que la Sala entre en el debate (...) con doble vara de medir, como de hecho está apareciendo a los ojos de los ciudadanos de nuestra sociedad, en conducta que, aquí sí, resulta a mi entender mucho más demoledora de la legitimidad del Poder Judicial" que la que pueda provenir de un acto como el del miércoles.