Exceso de prudencia

Los inversores se quedaron, en esta última sesión, a medio camino entre la tentación de mantener posiciones de cara a posibles avances y el deseo de dar un portazo a un mercado en el que la actividad declina de día en día.

El máximo anual alcanzado por la Bolsa de Nueva York en la sesión previa no consiguió animar a los posibles compradores, que, a lo largo de toda la mañana, mantuvieron una actitud de cautela. Ni siquiera el descenso en el índice de desempleo en Estados Unidos en el mes de noviembre y el incremento de los pedidos industriales en octubre consiguieron que el dinero se quedara en los mercados y en el momento del cierre de la sesión las bolsas europeas se anotaban descensos de diversa cuantía.

El Ibex 35 ofreció uno de los resultados más estables con un descenso del 0,26%, mientras que el índice general de la Bolsa de Madrid perdía el 0,19%. Estos dos índices terminan la semana en positivo, con sendos avances del 1,32%.

La contratación en el Mercado Continuo descendió en casi 200 millones de euros respecto del día anterior, hasta quedar en 1.241,42 millones, de los que más de 250 procedieron de operaciones institucionales.

Entre los resultados de las demás bolsas europeas destacaban los descensos de París y Francfort, con el 1,13% y el 0,85%, respectivamente. La debilidad del dólar, que ayer caía a un mínimo de 1,2170 por euro, se está convirtiendo en un importante problema para las economías más exportadoras precisamente en el momento en el que la recuperación adquiere un ritmo más saludable. La Bolsa de Londres cerró esta sesión con un descenso de sólo el 0,26%.

El mercado estadounidense desdeñaba los buenos datos económicos y a media sesión cedía el 0,45%, aunque los observadores no se ponían de acuerdo sobre la interpretación de este comportamiento, que puede ser un simple movimiento de consolidación tras haber superado el Dow Jones su anterior máximo anual el pasado jueves.