Pocos, pero convencidos
La mayoría de los ciudadanos de Arganda que utilizan el transporte público prefieren el metro para entrar en Madrid. Pero los que optan por el autobús lo hacen convencidos. "Paso del metro", comenta un estudiante, "pillo el autobús para ir al instituto porque es más relajado, siempre tienes sitio y en esta carretera apenas hay atascos".
Entran 5.600 argandeños todos los días a la capital en las cuatro líneas que hacen el trayecto Arganda-Conde de Casal. Los 1.500 pasajeros que utilizan cada día el 311 tardan 40 minutos en hacer todo el recorrido (26 kilómetros), pero sólo unos 20 minutos en recorrer la N-III.
En hora punta, el autobús 311 que entra en Madrid lleva muy pocos viajeros. Los asientos van vacíos y hay quien aprovecha para ocupar dos plazas y ganar más minutos de sueño. Aún son menos los que se desplazan a Arganda. La mayoría de ellos se baja en los polígonos industriales de la Poveda. En total, tan sólo 460 viajeros utilizan el 311 para moverse entre Arganda y Madrid entre las siete y las nueve de la mañana.
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