Partidazo a la vista
Real Madrid y Atlético representan más que nunca dos modelos, dos maneras de jugar y dos formas de compromiso
Algo de imprevisto tiene este derby, que encuentra a un Madrid que flaquea frente al rampante Atlético, ganador de cinco de los últimos partidos. Nada hacía presumirlo en el comienzo de la temporada, cuando el equipo de Queiroz encadenaba victorias y el conjunto del Manzanares iba de derrota en derrota. Pero lo interesante de la Liga es que remite a la vida, con sus picos y sus valles. El Atlético salió de su crítica situación y ahora consigue excelentes resultados, quizá por encima de su juego, más laborioso que brillante. No es precisamente el Madrid el más laborioso de los equipos, y menos aún en las últimas semanas. Se ha descosido y sufre tanto en casa como fuera. Se ha visto en complicaciones frente al Racing, Athletic y Albacete. Sus visitas a Sevilla y Pamplona han sido un fracaso de juego. A este Madrid le falta cohesión y un claro liderazgo. Es un equipo que tiende a la dispersión, un mosaico que contiene estrellas y discutidos muchachos de la cantera, un amplio número de jugadores de ataque y unos pocos resistentes de la defensa, gente -no demasiada-con acendrada ética del trabajo y futbolistas con una acusada tendencia a administrar esfuerzos, a elegir los momentos.
El Madrid tiene nuevo entrenador, pero se parece como una gota de agua al Madrid de los últimos años, un equipo capaz de deslumbrar cuando se pone a la faena, pero de una inconsistencia que a muchos de sus aficionados les resulta intolerable. No importa que el club atraviese un momento extraordinario en su larga historia y que exista la convicción de estar ante un equipo difícilmente repetible, con cuatro o cinco de los mejores jugadores del mundo en sus puestos; al final, el Madrid es más vulnerable de lo que podría suponerse. Lo que tiene es el devastador poder de decidir los partidos de maneras que se escapan al resto de los equipos del planeta.
Si a veces da la impresión de que el Madrid elige fecha para exigirse al máximo, hoy es una de ellas. Enfrente tendrá un rival que representa todo lo contrario. Fuera de Fernando Torres, no tiene estrellas ni nada que se lo parezca. Sin embargo, el equipo comienza a ofrecer una cohesión que le da réditos. Manzano ha tenido que olvidarse de ciertos devaneos improcedentes -sus experimentos con Rivas y Ortiz no funcionaron, ni tampoco su decisión de colocar a Torres en la punta- y confeccionar la alineación más sensata posible. El regreso de Torres a su posición natural, como segundo delantero, ha sido un éxito, acompañado por el acierto de Nikolaidis, que no deslumbra, pero anota con regularidad. El problema reside en la defensa. No es la mejor noticia para el equipo que se enfrenta a Ronaldo, Raúl, Figo, Zidane y Roberto Carlos. El caso es que viene un derby que parecía ficticio en el arranque de la Liga. Ahora es, como siempre, un partidazo a la vista.
Real Madrid: Casillas; Michel Salgado, Pavón, Raúl Bravo, Roberto Carlos; Beckham, Helguera; Figo, Raúl, Zidane; y Ronaldo.
Atlético: Burgos; Gaspar, Simeone, Lequi, Sergi; De los Santos; Novo, Ibagaza, Musampa; Nikolaidis y Torres.
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