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Reportaje:FÚTBOL | Decimocuarta jornada de Liga

El pelotazo Makukula

El presidente del Salamanca se hizo gratis con el hoy delantero del Valladolid y a los dos años se lo vendió por seis millones al Nantes

"La operación no pudo ser más redonda, el gran negocio de la historia del Salamanca. Compré en 2000 un futbolista por 0 pesetas y lo vendí en 2002 por 1.000 millones". Los protagonistas: Juan José Hidalgo, el presidente y máximo accionista del club salmantino y del grupo empresarial Globalia -entre otras firmas agrupa a la compañía aérea Air Europa, la agencia Viajes Halcón y la operadora turística Travelplan- y Ariza Makukula (Kinshasa, República del Congo; 1981), convertido en su actual equipo, el Valladolid, en una de las sensaciones de la Liga por su gran potencia física, su envergadura (1,90 metros y 85 kilos) y sus golazos de cabeza.

Makukula ha llegado a la élite con sólo 21 años, pero lleva desde los 17 dando tumbos por el mundo del fútbol. Apenas recuerda su país natal. A los cinco años, emigró a Portugal, a Setúbal, donde su padre jugaba de extremo izquierdo en el Vitoria. "No se parecía a mí en nada", cuenta Makukula; "era más bajo que yo, muy rápido y mucho más técnico". Él se formó en la escuela de otro Vitoria, el de Guimaraes, en la que pronto llamó la atención. Y, cuando estaba a punto de firmar su primer contrato profesional con ese equipo, apareció Hidalgo.

El delantero intenta anular su compromiso, firmado, de volver al club salmantino en 2005
Hidalgo: "Le tuve dos semanas escondido en un hotel, hasta la fecha en que quedaba libre"
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"Un representante de jugadores, Jorge Mendes, me le recomendó", explica Hidalgo. "Recuerdo que era agosto", prosigue el dirigente del Salamanca; "un día me encuentro en Palma de Mallorca, donde pasaba mis vacaciones, con Pinto de Costa, el presidente del Oporto. Y me dice: 'Pepe, estoy intentado fichar a un jugador y me cuentan que se ha escapado a Salamanca. ¿No le habrás fichado tú?'. Lo que no le dije es que lo tenía escondido desde hacía dos semanas en un hotel, hasta el 1 de septiembre, cuando quedaría libre". El negocio sería redondo: "Le compré por cero pesetas".

Makukula firmó un compromiso con el Salamanca "por cinco temporadas, la primera a prueba, y por ocho millones de pesetas", relata el presidente del Salamanca". Los técnicos del club decidieron cederle al Leganés, en el que su nombre empezó a sonar bien.

Un curso después Makukula regresó al Salamanca y se destapó como el máximo goleador de la Segunda División. Fue el cartel que utilizó Hidalgo para su venta y hacer caja con la que remediar la crítica situación económica de la entidad: "Se le ofrecí a todo el mundo. A Jesús Gil y a su hijo Miguel Ángel, para el Atlético; a [Joan] Gaspart, para el Barcelona, que envió a [Llorenç] Serra Ferrer para verle; a Florentino [Pérez] y a [Jorge] Valdano, para el Madrid; al Zaragoza, al Celta, a todos mis amigos... Les dije que era un diamante en bruto. Conseguí nacionalizarle portugués al llevar trece años en ese país para facilitar su traspaso como comunitario. Pero, como no tenía nombre...".

Después de tres meses de negociaciones, el Nantes, fichó a Makukula por seis millones de euros. Además, Hidalgo logró que el jugador le firmase un contrato laboral por el que se comprometía a pertenecer al Salamanca en 2005, cuando acabase su contrato con el club francés. Makukula era entonces sólo un joven de 19 años que tenía la portería pintada en la cara. El jugador incluso no vio un céntimo del 15% que le correspondía del importe de su traspaso.

Pero en Francia todo le fue mal a Makukula. Se lesionó a principios de la temporada. Luego, jugó poco, casi nada, y sólo marcó un gol. "No me adapté ni al equipo, ni a los compañeros ni a la vida francesa. Me lesioné y después ya no quisieron contar conmigo. No me dieron ninguna explicación", afirma el futbolista.

Hidalgo estaba al corriente de la situación de Makukula y, en un aparte de una reunión de la Liga Profesional, de la que es vicepresidente, con otros dirigentes, se lo recomendó a Alfonso Solans, del Zaragoza, después de que éste le hablara de que buscaba un delantero. Claro que, en ese momento, el presidente del Salamanca recibió por debajo de la mesa una patadita de otro colega, Carlos Suárez, el del Valladolid. "Al acabar la reunión", dice Hidalgo, "Suárez me espetó que había estado en un tris de echar por tierra un fichaje que estaba a punto de cerrar".

Makukula llegó al Valladolid, cedido por el Nantes, mediada la pretemporada y su entrenador, Fernando Vázquez, le obligó a repetirla. Su adaptación fue fulgurante. Según el técnico, "venía un poco expectante porque, por fin, debutaba en la élite. Se le acumuló el trabajo y sufrió un poco, pero siempre con una predisposición increíble y muy ilusionado. Siempre está muy motivado. Es un jugador al que cualquier preparador le gustaría entrenar. Quiere comerse el mundo, pero le queda mucho por delante porque sólo es un chaval." En Zorrilla ya es un ídolo. Sobre todo, después de su partidazo contra el Atlético, en el que logró su sexto gol, el cuarto de cabeza. Según Makukula, "es algo que no ensayo especialmente. Y es curioso porque nunca había marcado tantos goles de cabeza. En el Salamanca, de veinte, sólo cuatro goles fueron de cabeza. Creo que empiezo a aprovechar mi estatura y a saber colocarme mejor". Sus cabezazos comienzan a ser sonados, aunque el pasado domingo, en el Nou Camp, falló el más sencillo que ha tenido hasta ahora, solo y delante del portero. "Ese día", confiesa, "me emocionó que el público azulgrana corease mi nombre aunque sólo fuese para picar a Kluivert".

Le quedan seis meses para certificar su categoría. Después tendrá que regresar al Nantes. El Valladolid tiene una opción preferente de compra por seis millones de euros, pero sólo por una temporada, la de 2004-05. Es un precio demasiado elevado, a no ser que logre anular el contrato laboral que firmó con el Salamanca para regresar a ese conjunto al concluir dicha campaña. El jugador ha puesto este asunto en mano de sus asesores. Hidalgo también ha movido ficha. Como aún le debe dinero de su etapa en Salamanca, le ha prometido que le pagará estas vacaciones de Navidad en el Congo.

Makukula, en pugna con el defensa del Athletic Aitor Karanka.
Makukula, en pugna con el defensa del Athletic Aitor Karanka.EFE

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