El Barça se queda sin Ronaldinho ante el Madrid

Ronaldinho se ha quedado fuera del gran clásico. Los médicos del Barcelona dieron ayer la noticia que la afición se resistía a recibir: "Está absolutamente descartado para el partido del sábado".

La rotura fibrilar de cinco centímetros en el bíceps femoral de la pierna derecha que el brasileño sufrió el 9 de noviembre contra el Betis no ha sanado a tiempo de disputar el encuentro. "Forzar su reaparición en la cuarta semana de rehabilitación sería un riesgo inasumible", certificaron los doctores. "En caso de jugar, el riesgo de una recaída es del 50%", sentenció Lluís Til, el del primer equipo.

El parte desmoralizó a Ronaldinho. "Tuvo un momento lógico de abatimiento", prosiguió Til cuando se le preguntó cómo encajó el jugador el diagnóstico, "pero, acto seguido, se ha puesto a trabajar para recuperarse". "La lesión está en proceso de cicatrización", aclaró Til; "se recomienda una semana de trabajo de campo con balón y cargas de intensidad progesiva".

Jordi Ardévol, el jefe de los servicios médicos del club azulgrana, se resistió a fijar una fecha de reaparición para el media punta e incluso respondió con una mueca cuando se le planteó si podría disputar el derby barcelonés, en Montjuïc, contra el Espanyol el día 14, ahora que cumple la quinta semana de baja que previeron en su día los médicos, es decir una semana por cada centímetro de la rotura fibrilar.

La baja de Ronaldinho para el gran clásico no cogió desprevenida a la plantilla ni al presidente. "De nada ha servido el cirio que le puse a la Virgen de la Candelaria de Tenerife para que Ronaldinho pudiera jugar el sábado", bromeó Joan Laporta; "es una lástima que falte Ronaldinho en un clásico repleto de estrellas. El brasileño es un jugador con una magia especial que contagia a todo el equipo".