La hidroeléctrica de Millares eleva al 12% la generación de energía limpia
Una caverna excavada en la roca alberga la nueva central de 68 megawatios de potencia
Francisco Camps, presidente de la Generalitat, inauguró ayer de forma oficial la central hidroeléctrica Millares II, de la compañía Iberdrola, cuyas turbinas están ubicadas en una caverna excavada en la roca caliza del macizo del Caroig a 123 metros por debajo del embalse Naranjero que nutría la histórica central de Juan de Urrutia. Camps alabó la complejidad técnica de una infraestructura con una potencia instalada de 68 megawatios y capaz de elevar al 12% el porcentaje de energía limpia que se genera en la Comunidad Valenciana sobre el total.
La central de Juan de Urrutia se empezó a construir en 1928 y funcionó entre 1931 y 1998, cuando fue clausurada porque las aguas del Júcar embalsadas por la nueva presa de Tous rebasarán su cota. La central de Millares II se empezó a construir en 1998 y opera desde finales de 2002, pero Iberdrola optó por inaugurarla oficialmente ayer en plena campaña de la compañía en defensa de las energías renovables y a favor del cumplimiento de los compromisos de Kyoto.
Las dos turbinas que transforman la fuerza del agua en energía eléctrica están ubicadas en una caverna excavada en la roca a escasa distancia de la antigua central de Juan de Urrutia. Un túnel de 800 metros conduce a una bóveda de hormigón que se encuentra a 123 metros por debajo del nivel del embalse Naranjero, la balsa que alimentaba la antigua central de Juan de Urrutia.
Un canal subterráneo de 13 kilómetros conduce las aguas del embalse de Cortes hasta la balsa Naranjero, donde una tubería vertical perforada en la roca conecta el agua con las turbinas, de modo que el conjunto de infraestructuras vinculadas a la nueva central son prácticamente imperceptibles sobre el terreno.
El conjunto de las infraestructuras relacionadas con la nueva central ha supuesto una inversión total de 66 millones de euros. Iberdrola ha sido compensada por el Ministerio de Fomento ante la necesidad de desmantelar la central de Juan Urrutia.
La generación de energía hidráulica exige inversiones iniciales muy fuertes, pero su amortización está garantizada. Apenas cuatro operarios se encargan del mantenimiento de las dos turbinas, con una potencia instalada de 68 megawatios, y cuya producción media anual estimada será de 240 kilovatios por hora.
La nueva central eleva la generación hidroeléctrica a un tercio del total de la producción energética de la compañía Iberdrola en España.
Francisco Camps, presidente de la Generalitat, aplaudió el esfuerzo de Iberdrola para recuperar una de las primeras centrales hidráulicas de España como una prueba de "lealtad" de la compañía eléctrica hacia la Comunidad Valenciana, muestra de "un compromiso con el medio ambiente que nos va a llevar dentro de poco a que el 12% de la energía que se crea en la Comunidad Valenciana sea renovable" y evidencia de la capacidad de compromiso de "las Administraciones, empresas privadas, usuarios del Júcar, ayuntamientos y otras entidades" para ponerla en marcha.
El presidente de la Generalitat, que destapó una placa que lleva su nombre en la bóveda que alberga las dos turbinas de la central hidroeléctrica, destacó que la infraestructura constituye "un proyecto de futuro desde el punto de vista de creación de energía para toda España, hecho por una empresa española y centenaria que sigue mirando al futuro con tranquilidad".
Íñigo de Oriol, presidente de Iberdrola, abrió los parlamentos oficiales una salva de elogios hacia el presidente Camps y los valencianos. "Es una gran satisfacción ver el empuje de la Comunidad Valenciana", dijo Oriol, "que nos está asombrando cada día".
El presidente de Iberdrola recordó su reciente participación en la ceremonia de entrega de los premios Jaume I como representante de los patrocinadores de los galardones y la designación de Valencia, al día siguiente, como sede de la Copa del América y dio la enhorabuena a Camps. Oriol también destacó la "muestra de la capacidad tecnológica de Iberdrola" que constituye la nueva central de Millares II y aseguró que la compañía es la primera de Europa por volumen de generación hidroeléctrica.
Ignacio Galán, consejero delegado de Iberdrola, ofreció los datos técnicos de la obra; subrayó el compromiso de la compañía con la Comunidad Valenciana, donde cuenta con tres millones de clientes; y subrayó que la nueva central hidroeléctrica "es un ejemplo de mayor participación de las energías limpias en el balance energético, promoviendo, a la vez, recursos autóctonos".
La excepción Urrutia y Oriol
Íñigo de Oriol, presidente de Iberdrola, subrayó ayer el carácter emprendedor de Juan Urrutia, el ingeniero alavés que fundó Hidroeléctrica Ibérica en 1901, y visionario que insistió en impulsar la generación de electricidad aprovechando los saltos de agua en detrimento del consumo de carbón, que imperaba en su época.
Oriol recordó cómo Urrutia diseñó personalmente los saltos de la centra hidroeléctrica de Millares, que se empezó a construir en 1928, y una línea de tendido eléctrico de 60 kilovoltios y 234 kilómetros de longitud para trasladar hasta Madrid la energía generada para alimentar una línea de tranvía. "La línea más moderna del mundo en su día, cuando sólo había una parecida en Estados Unidos", señaló Oriol.
El presidente de la compañía eléctrica subrayó que aquella central hidroeléctrica fue clave para impulsar la generación de riqueza en la Comunidad Valenciana y el conjunto de España y fue un auténtico estandarte de la pujanza de la histórica empresa fundada por Urrutia.
Hidroeléctrica Ibérica se convirtió con el tiempo en Hidroeléctrica Española (Hidrola), la compañía que se fusionó con Iberduero en 1991 para dar origen a la actual Iberdrola. Pero el apellido Urrutia sigue vinculado a la compañía eléctrica.
Víctor Urrutia Vallejo, el nieto de Juan Urrutia, sigue siendo el tercer accionista particular de Iberdrola.
Oriol, artífice de la fusión de Hidrola e Iberduero y quinto accionista particular de Iberdrola, sugirió que el mismo espíritu innovador y de excelencia tecnológica inspira el esfuerzo desarrollado para recuperar la central de Juan Urrutia y colocar dos turbinas en una caverna excavada en el macizo del Caroig. Una muestra de capacidad tecnológica que Oriol situó en el primer lugar de Europa.
José María Oriol, padre de Íñigo, también impulsó una famosa central hidroeléctrica en la frontera con Portugal.
Fue el propio presidente de Iberdrola quién destacó que la vinculación de un apellido a grandes empresas de generación eléctrica de un país a lo largo de todo un siglo es un caso excepcional en el mundo actual, donde los mercados hacen y deshacen consejos y presidentes.
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