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"Estoy en política porque me compensa y quien diga lo contrario no dice la verdad"

P. En el reciente debate presupuestario, Teófila Martínez le dijo que no pensaba quitarle la silla. No se entendió muy bien a qué se refería.

R. Porque ella se lió. Le dijeron que dijera algo de una silla y se lió. Al final, lo que dijo fue una cosa feísima: que lo que quería era quitarle la silla al presidente Chaves. Eso fue lo que dijo.

P. Pero eso es legítimo, si quiere aspirar al sillón presidencial...

R. Sí, sí, pero es que la propia expresión de "quitar la silla" es fea, porque parece que va a dejar al otro cayéndose en el vacío. Es lo de siempre, las formas. La expresión no me parece la más afortunada.

P. Creo que lo decía porque a usted le quitaron la silla en la inauguración del Museo Picasso.

"No me voy a enfrentar con Concha: las mujeres no podemos ser nuestros peores enemigos"
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"No he pensado en ocupar el sillón de Chaves. El presidente está muy bien sentado"

R. A mí no me quitaron ninguna silla. Hubo una confusión. Una persona se sentó en el sitio en donde estaba mi nombre, y yo le dije que la del letrerito era yo. La persona se levantó y me dejó el sitio. El nivel de doña Teófila se pone de manifiesto al sacar esa tontería en un debate sobre el presupuesto. Poco preocupada tiene que estar por los problemas reales cuando le preocupa si a mí me han quitado o no una silla.

P. ¿Ha pensado usted en ocupar el sillón de Chaves?.

R. No. Chaves está muy bien sentado en su sillón...

P. Pero Chaves se irá alguna vez...

R. Bueno, pero a lo mejor yo me he ido antes.

P. ¿Cree que es el momento para que una mujer aspire a la presidencia de la Junta?

R. Tenemos un presidente que está haciendo un trabajo magnífico; plantearse su relevo, me parece absurdo. Yo no me pregunto eso de: ¿cuando no esté Chaves, quién va a estar? Pues, ya veremos. Ahora mismo, los resultados no pueden ser mejores. No desde el punto de vista político, de votos, sino desde el punto de vista de la realidad cotidiana: la gente quiere a Chaves, lo apoya, asume la responsabilidad que él tiene. Es una persona muy respetada. Si me pregunta por mi futuro, diré, sin que se piense que estoy desviando el tema, que la vida me ha enseñado que nunca estoy donde yo pensaba que iba a estar.

P. ¿Nunca?

R. Sí, porque jamás pensé que iba a vivir en Sevilla, por ejemplo. He estado viviendo entre Málaga y Madrid. Ahora llevo diez años en Sevilla y vine para nueve meses...

P. Por cierto, usted nació en San Fernando (Cadiz), tiene casa en Málaga, la familia está en Madrid y vive sola en Sevilla. ¿No está pagando un precio demasiado alto por dedicarse a la política?

R. A lo mejor sí. A lo mejor sí. Unas veces me parece que es muy alto y otras me parece que es muy bajo.

P. ¿Le compensa humana y profesionalmente?

R. Bueno, cuando estoy, es porque me compensa. Si no me compensara, no estaría. Pero este no es sólo mi caso, sino el de todo el mundo, y el que diga lo contrario pretende no decir la verdad o engañar a alguien. Pero es verdad que quizá si se mira para atrás, diez años son muchos y dices, bueno, me he perdido muchas cosas, pero también he ganado otras muchas. El otro día Pacheco [Pedro, ex alcalde de Jerez y diputado autonómico] se creía que yo llevaba cuatro años en Sevilla. Le dije en broma: ¿a usted se le ha hecho muy corto?

P. Imagine que quiere convencer al presidente Chaves para que la vuelva a nombrar consejera de Economía. ¿Qué balance de su gestión le presentaría?

R. (Risas). Eso es muy difícil. Dentro de nuestra relación jamás se plantearía el tema en esos términos. Él tiene que tener motivos o no para que yo siga o no.

P. Usted le podría decir lo he hecho bien, lo he hecho mal, ¿cuál es su balance?

R. Mi balance es que he trabajado con honradez y con todos mis conocimientos. Pero no solamente yo, sino toda la gente que está aquí conmigo. Nosotros hemos hecho un equipo que lleva mucho tiempo funcionando junto. Nadie del equipo se ha ido de mala manera, nadie.

P. Málaga y alcaldía, ¿dos palabras que le dan alergia?

R. No. Cómo me va a dar alergia Málaga, si a mí me encanta.

P. ¿Para ir a residir y dedicarse a la política allí?

R. Claro. Soy diputada por Málaga, luego tengo una gran responsabilidad política en relación a Málaga. ¡Cómo me va a dar alergia! Yo soy el número uno de la lista en las últimas autonómicas. Yo estoy siempre en Málaga.

P. ¿Y la alcaldía?

R. A la alcaldía se presentó Marisa Bustinduy. Yo creo que tiene mérito suficiente para ser alcaldesa.

P. Con el Museo Picasso, ¿se ha eliminado la fijación de Málaga por Sevilla?

R. Los malagueños poco a poco se van dando cuenta de que tienen un Gobierno que, junto con el resto de las provincias, piensa en su futuro y en su progreso. Por Málaga hay que hacer muchas más cosas, pero igual que por Sevilla, por Córdoba, por Jaén... El proyecto no se termina nunca, todos los días aparecen ideas nuevas, cosas nuevas, que va actualizando la labor que tiene que hacer un Gobierno. Y detrás del Museo Picasso habrá que hacer otras muchas cosas, por ejemplo el corredor ferroviario, que es básico para unir toda la costa. Málaga es una provincia que tiene mucho futuro

P. Usted dijo hace dos años en una entrevista con EL PAIS: donde un hombre es firme, una mujer es autoritaria. ¿Sigue todo igual?

R.

[Se levanta. Coge un recorte de revista plastificado que hay sobre su mesa y lee]. Cuando un hombre es detallista, la mujer pierde el tiempo; cuando un hombre es dinámico, la mujer es agresiva... Si el hombre es eficaz, la mujer impaciente. O sea, que todas las características que en un hombre son positivas, se vuelven negativas para la mujer.

P. La portavoz de IU en el Parlamento, Concha Caballero, dice que usted asume los valores masculinos y actúa como los hombres frente al otro modelo de mujer que es más sensible y no opta por disputar el poder.

R. Como Concha es una mujer, no me voy a enfrentar con ella incluso aunque no participe de su opinión. Las mujeres no podemos ser nuestros peores enemigos.

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