Laurence A. Tisch, empresario

Laurence A. Tisch, un multimillonario de Nueva York que se hizo a sí mismo y fue aclamado por salvar a la empresa CBS de una absorción hostil y posteriormente injuriado por reducir lo que una vez fue la cadena de radiodifusión más importante de la nación, falleció de penosa enfermedad el 15 de noviembre en el hospital Tisch del centro médico de la Universidad de Nueva York. Tenía 80 años.

Durante gran parte de su carrera, Tisch fue conocido como un brillante inversor que compraba empresas en declive cuando el precio de sus acciones estaba en el punto más bajo, y después las convertía en empresas rentables cuyas acciones se valoraban mucho más. Él y su hermano Preston Robert -conocidos como Larry y Bob- levantaron y controlaron Loews Corporation, un conglomerado de hoteles, seguros, fábricas de tabaco, cines, petroleros y relojerías que también servía como vehículo para otras inversiones.

"Larry es un brillante analista financiero que no se deja engañar por las modas pasajeras ni tampoco por la crisis del momento", afirmó Martin Lipton, abogado de empresa, en un artículo de 1986 sobre Tisch publicado en The New York Times Magazine. En aquel momento, Tisch tenía una magnífica reputación, no sólo por su toque de rey Midas, sino también como hombre que desdeñaba la ostentación y la arrogancia que tantos otros magnates en los años ochenta exhibían. Pasaba su tiempo de ocio con su familia, en discusiones frecuentes sobre las tradiciones judías con expertos en el Talmud, en los consejos de las más importantes instituciones culturales de Nueva York, y en obras filantrópicas. Se le conocía como centrista político invitado a desayunar con personajes tan opuestos como el diputado Charles B. Rangel, demócrata liberal de Harlem, y el reverendo Pat Robertson, evangelista televisivo y republicano conservador de Virginia.

Todas estas credenciales hicieron que en 1986 Tisch fuera el candidato de consenso para rescatar a CBS de una mezcla de ladronzuelos empresariales y políticos conservadores, dirigidos por el senador Jesse Helms, republicano de Carolina del Norte, que acusó a la cadena de tener tendencia liberal. A través de Loews, Tisch compró una sólida participación minoritaria en CBS y fue invitado a unirse a su consejo de administración. En unos meses se le nombró presidente en funciones y máximo responsable. "Mi único deseo es que CBS siga siendo una cadena independiente de primera categoría", comentó a The Times Magazine. "Es muy importante para el país".

Pero pronto se culpó a Tisch de vender los activos más valiosos de CBS, de no desarrollar los programas más valorados, de despedir a demasiados empleados y de dejar a la compañía muy por detrás de sus principales rivales. Hubo muchos detractores que sacaron faltas al rendimiento de Tisch. "¿Es ése el legado que quiere dejar, que ganó mucho dinero?", preguntaba en aquel momento Gerard R. Roche, captador empresarial que solía colocar directivos en la empresa. "CBS es un desastre". Los portavoces de los medios de comunicación fueron aún más mordaces. "Cogió una institución que era importante en este país y la estranguló", afirmó Alex S. Jones, presentador de On the media, un programa de la radio pública, en una entrevista en The Times en 1995.

En los años posteriores a la venta de CBS, Tisch fue implicándose cada vez más en su trabajo filantrópico, especialmente en nombre de su alma máter, la Universidad de Nueva York. Contribuyó a recaudar casi 2.000 millones de dólares para la universidad, incluyendo más de 40 millones de las donaciones de su propia familia. Pero, entre 1996 y 2000, perdió aproximadamente 2.000 millones de dólares del capital de Loews apostando fuertemente contra el mercado de valores en alza.-