Oropesa adjudica al primo del edil de Urbanismo 100.000 metros cuadrados

El Ayuntamiento de Oropesa aprobó ayer, con los votos a favor del PP, el PSPV y los de un grupo independiente, la urbanización de más de 100.000 metros cuadrados ubicados a apenas cien metros del mar, en el sur de la población. La adjudicación se realizó a una empresa que cuenta como administrador con Raúl Tamborero, primo del concejal de Urbanismo, Tomás Fabregat (PP), quien participó en la votación. El propio Fabregat admitió ayer su relación familiar con el constructor y alegó no tener "ningún interés personal". "Mi paso por la política es coyuntural", añadió. Sin embargo, este dato ni siquiera fue expuesto durante el pleno en el que se aprobó la adjudicación del desarrollo urbanístico que contó, únicamente, con el voto en contra del concejal del Bloc Nacionalista Valencia, Josep Lluís Romero. Éste sí denunció el hecho de que el Ayuntamiento haya admitido el precio que ofrecían los constructores por los más de 10.000 metros que comprarán al Consistorio. Este solar procede del porcentaje que todas las urbanizadoras han de otorgar a los ayuntamiento por el aprovechamiento del suelo y, en el caso de Oropesa, se venderá a 6 euros el metro cuadrado. Romero no obtuvo respuesta del equipo de gobierno popular al criticar el escaso rendimiento que los oropesinos obtendrán de dicha urbanización, un beneficio de 66.000 euros cuando el precio que habría de pagar la constructora en el caso de que los propietarios fueran privados rondaría los 793.000 euros, según sostuvo Romero, con los precios de mercado como base.

Tras la presión ejercida por los vecinos del área colindante a la que se desarrollará, el pleno decidió rebajar una altura, que no la edificabilidad, en los terrenos que se encuentran junto a la ya existente urbanización El Balcó, en una zona situada junto al Club Náutico, que cuenta con viviendas unifamiliares de un máximo de dos alturas. Sin embargo, el plan aprobado prevé la construcción de apartamentos e, incluso, de hoteles. Así, se edificarán más de 200 viviendas en un área en la que han crecido más de cuatro millares de pinos. Además, según denunció el vicepresidente de la asociación vecinal, Vidal Fernández, el plan incumple la normativa respecto a las zonas verdes ya que los más de 8.000 metros que se han reservado a este fin están en un terraplén, con lo que "ni están integrados ni son transitables tal como dicta la norma". Los populares únicamente se comprometieron a "vigilar el mantenimiento, al máximo, de la zona arbórea", según dijo Fabregat, y a realizar un terraplén y construir unos miradores que hagan la zona verde accesible.