Política ridícula
"¡Cómo está la pulítica!" "Pus ¿y el Ayuntamiento?". Es parte del diálogo entre los guardias que arrastraban el sable por los adoquines y el sereno en La verbena de la Paloma (1894). Los personajes se han ido, la conversación prosigue. Hoy está ridícula. El golpe de mano del PP en la federación de municipios, la recuperación de Marbella por Gil, el desplante de Aguirre con Gallardón, los rabotazos a Esquerra, son cosas de barrio, de patio de vecindad: al tiempo, tienen ese desdén y esa mala educación propia de las clases altas: de patio de colegio pilarista en época de Franco. El desdén del poderoso, del "de siempre". Hay quien mete en este patio a la Familia Real: el mismo día en que el Príncipe visitaba a Ibarretxe y a Elorza, enemigos del Gobierno, el Rey y Pujol se agarran y cambian gestos serios y preocupados; y se anuncia la boda para el 22 de mayo. Boda que ha ido convirtiéndose en otra cosa: se tomó muy bien -por el "pueblo", si es que existe-, y ahora va poco a poco haciéndose impopular y extemporánea. País raro. Alguien dice que el muñidor de las actitudes reales es Rafael Ansón, el hermano con acento: el que se lo quitó, Luis María Anson, quien transmitió la petición de mano, que es el punto de inflexión. Alguien puso en el guión -"¿rafansón?"- la respuesta de la chica de la Zeta -¡la está fastidiando esa tontería de la zeta!- cortando a su presunto esposo, que no la dejaba terminar su discurso, y eso ha fastidiado al "pueblo": hombre, un respeto. Y hay quien cree que la boda es una respuesta a la de El Escorial. Volvemos a Franco, cuando la interpretación de los signos indicaba la política: si el tío llevaba una boina roja, predominaban los carlistas; si de paisano, la democracia orgánica.
Quizá la Familia Real, príncipeleticiana ahora, se inclina hacia los nacionalismos, con la Corona por encima de todos, pero no con el Gobierno por encima de las autonomías. Toda tontería tiene su asiento en este mundo del que el pensamiento huye: y la cultura se esconde. Como en la Edad Media. Estudiábamos que "se refugió en los conventos". ¡Cómo salió!
(Egregio: viene de grey, no de rey, aunque se suele aplicar a personajes reales por su parecido con regio. Egregio, por encima de la grey: regio, el que pertenece a la realeza).
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