Canchas deportivas

Miles de equipos saltan cada fin de semana a los campos de fútbol y fútbol sala de Madrid. Niños a partir de siete años y adultos de más de 50 se juntan cada semana con unos amigos para jugar un partido en la liga que organiza el Ayuntamiento. Quiero manifestar mi malestar por un hecho acontecido en el barrio de Arganzuela, concretamente en la zona de Las Naves, Arganda y paseo de Yeserías. Este lugar cuenta con cuatro canchas polideportivas municipales al aire libre. Desde su construcción, se han jugado allí los partidos de fútbol sala. Nadie tuvo objeción alguna.

Sin embargo, esta temporada no hay fútbol oficial en las pistas porque los vecinos aseguran sufrir cada fin de semana unos "molestos ruidos", es decir, el silbato del árbitro o una simple voz de "pásamela" . Los partidos tenían lugar a partir de las once de la mañana para no ocasionar molestias, pero a algunos residentes de la zona les debe gustar dormir hasta tarde. Más bien, puede que los habitantes de algunos edificios nuevos construidos sobre la antigua Papelera Peninsular quieran utilizar las canchas como zona exclusiva de su urbanización.

Decenas de equipos no pueden jugar la liga de fútbol sala en su barrio los domingos. La culpa no es de los que se quejaron, sino del Ayuntamiento, que renuncia a estos equipamientos públicos de su propiedad. Si Madrid desea organizar los Juegos Olímpicos, lo primero que no debe hacer es poner la zancadilla a los deportistas de base.