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Reportaje:

La Barceloneta pide más cultura

Los vecinos del barrio reclaman que se reabra la escuela de adultos y la ampliación de la biblioteca

Los vecinos de la Barceloneta reclaman que vuelva la escuela de adultos al barrio y que se amplíe la biblioteca. Así se lo han pedido al Ayuntamiento de Barcelona, dentro de una lista de reivindicaciones que incluye más viviendas protegidas, más alumbrado, guarderías y aparcamientos para el barrio.

"Queremos que la escuela de adultos siga en el barrio. Por aquí han pasado miles de vecinos y no entendemos por qué ahora la han trasladado fuera". Quien así habla es Rosalía Álava, vecina del barrio e impulsora de la Escuela de Adultos de la Barceloneta, ubicada en un edificio propiedad del Obispado de Barcelona, en la calle del Rector Bruguera número 4, que la Generalitat ha traslado a la escuela Àngel Baixeras, en la calle de Salvador Aulet, cerca de la Via Laietana.

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"Para una persona mayor no tiene precio aprender a leer", destaca Josep Orts, al que todo el mundo conoce en el barrio como Pepo. "Hemos tenido alumnos desde los 18 hasta los 90 años y todos han estudiado por la tarde. Unos, para sacar el graduado escolar; otros para aprender catalán o matemáticas. Ahora mucha gente no puede pagar más por estos cursos en otros sitios y muchas personas mayores no pueden ir a la Via Laietana para ir a otra escuela", destaca Rosalía Álava. Aunque ha perdido las clases de matemáticas, lenguas y gramática, el centro sigue vivo porque mantiene los talleres de manualidades, desde macramé, a corte y confección y también las clases de baile.

El concejal de Ciutat Vella, Carles Martí, que el pasado 18 de noviembre se reunió con los vecinos, les ha ofrecido apoyo para recuperar la escuela de adultos para el barrio. En la reunión, Martí dijo a los asistentes: "Negociaremos con la Generalitat y estamos dispuestos a que la escuela vuelva al barrio".

Desde el Departamento de Bienestar Social y Familia de la Generalitat, que proporciona los profesores, se afirma que fue el propio Ayuntamiento el que avisó de "que el edificio estaba en mal estado" y no tenía las condiciones para que siguieran en él las clases. Por eso, se decidió el traslado de la escuela. La Generalitat añade que en Palau de Mar, en el propio barrio, también se dan clases para adultos.

Una profesora de la escuela corrobora que el edificio de la antigua escuela está deteriorado, pero añade que los profesores están a favor de volver a él, si se repara o a otro lugar de la Barceloneta. Sobre las clases que se imparten en Palau de Mar, esta enseñante afirma que se trata de "clases limitadas, con muchas menos horas" de las que se impartían en la escuela cerrada en la Barceloneta.

La ampliacion de la biblioteca es una de las peticiones en la que más insisten los vecinos y a la que se suma Julián García, presidente del Club Natación Barceloneta. Hace tres años el barrio perdió una biblioteca de la Fundación La Caixa ubicada en el paseo de Joan de Borbó. A partir de ahí, nació una nueva biblioteca en la antigua casa de la cooperativa La Fraternitat, una joya emblemática para el barrio construida en 1918 en la calle de Sant Carles.

Pero los vecinos quieren que la biblioteca se amplíe a la parte baja y el Ayuntamiento afirma que negocia con La Caixa, la dueña de los bajos del inmueble, para poder hacer la ampliación. El Ayuntamiento no descarta comprar la planta baja a La Caixa para hacer la ampliación, según dijo el concejal Martí a los vecinos en la citada reunión.

Desde la Asociación de Vecinos, su presidente, Manel Moscat, se suma a la petición de la biblioteca y al retorno de la escuela de adultos al barrio. Pero Moscat remarca que el barrio envejece y pide más servicios de asistencia a los mayores. "En los años cincuenta el barrio tenía casi 40.000 habitantes y ahora no llegamos a los 16.000", dice Moscat, que afirma que un tercio de los vecinos superan los 65 años.

Los vecinos reclaman viviendas. En el barrio son típicos los quarts de casa, las viviendas de 28 metros cuadrados útiles. En estas viviendas han vivido familias con cinco y más hijos, pero desde la asociación de vecinos se denuncia que algunas de estas viviendas sirven ahora de refugio nocturno. Joan Salat, de la junta directiva de la asociación de vecinos, vivió de joven en una de estas viviendas. Salat asegura que lo que ahora ocurre es que "se alquilan para dormir y allí se instalan muchas personas".Desde hace años, el Ayuntamiento está recolocando a vecinos de quart de casa. Algunos han sido ubicados en los nuevos pisos cercanos construidos de la calle del doctor Aiguadé y de La Maquinista.

Vicens Forner, que nació en el barrio y cuya familia lleva cuatro generaciones allí, remacha que el problema principal del barrio es la vivienda porque "no hay suelo para construir". Forner reclama la ampliación de la biblioteca y se suma a las peticiones de que vuelva al barrio la escuela de adultos.

El concejal Carles Martí, que llegó al cargo hace sólo cinco meses, quiere seguir este proceso, pero sin que desaparezca esta vivienda típica del barrio. Su objetivo es eliminar uno de cada tres quarts de casa para hacer más grandes las viviendas y poder colocar ascensores. El proceso de traslado seguirá. El objetivo de Martí es recolocar de vecinos afectados en la antigua estación de Cercanías", donde está previsto contruir pisos.

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