La Bolsa sólo piensa en 2004
Los gestores dan por concluido el ejercicio, amarrando las ganancias acumuladas y esperando alzas para el próximo año
Nadie se la quiere jugar en lo que queda de año. Después de tres ejercicios de pérdidas, con las ganancias de este año (18%), muchos inversores y gestores ya han dado el cerrojazo. Una sensibilidad que puede frenar las alzas del final del ejercicio, donde será difícil que entre dinero fresco. Eso sí, pese a las incertidumbres, los expertos se muestran optimistas con vistas a 2004.
Las empresas han conseguido ganar más vendiendo menos. Cuando la facturación aumente el beneficio puede dispararse
"Virgencita, que me quede como estoy". Ésta es ahora la máxima de las bolsas cuando, a poco más de un mes para que finalice el año, muchos inversores han conseguido apuntarse importantes ganancias después de tres ejercicios de pérdidas. Esta misma semana, el valor mínimo alcanzado por el dólar frente al euro y los atentados terroristas de Estambul volvían a poner a los inversores y gestores de fondos contra la pared. Incertidumbres muy serias para un buen año en el que nadie quiere perder lo ya conseguido.
Muchos gestores ya dan por concluido el ejercicio y prefieren huir de los problemas del cortísimo plazo y empezar a pensar en 2004. Porque si es cierto que este año ha sido bueno para la Bolsa, también lo es que se ha vivido y todavía se vive con el corazón o, mejor dicho, el bolsillo, encogido.
La guerra contra Irak, las incertidumbres sobre la mejoría de las economías, el encarecimiento del precio del petróleo, la debilidad del dólar y la aparición de nuevos escándalos financieros están siendo superados por el deseo de sacar rendimiento a un pozo que se agotó en marzo de 2000.
El balance ha sido muy favorable con la práctica totalidad de los valores del Ibex 35 de la Bolsa española, con ganancias que multiplican los raquíticos rendimientos que se obtienen invirtiendo en la renta fija o en los productos bancarios tradicionales. La Bolsa española ha subido casi el 18% y a esta cifra sólo le ha hecho frente en el año el desmadrado sector inmobiliario, que acumula ganancias interanuales del 17%.
Mantener los niveles
Los expertos vaticinan un final de ejercicio de cautela que se cerrará con unos niveles ligeramente superiores a los actuales. Un índice Ibex 35 cercano a los 7.500 puntos se ofrece como una posibilidad alcanzable y muy deseable. Es más, los recientes envites que ha soportado el mercado han mostrado una cierta solidez con ese deseo de fondo de conservar lo ya logrado.
José Manuel García de Sola, director general de inversiones y productos, y Delfina Pérez, responsable de análisis del banco Banif, apuntan que, "desde el punto de vista de las rentabilidades, el año ya está hecho. Terminará sobre estos niveles o ligeramente por encima. Es difícil que los inversores se muestren agresivos en lo que queda de año y buscarán más consolidar las actuales ganancias. A largo plazo tendrá que imponerse la recuperación del dólar, ya que la economía estadounidense crecerá a tasas del 3%, mientras que la eurozona lo hará al 1%".
La responsable de análisis de Banif apuesta por valores como Telefónica, Santander Central Hispano, Ferrovial e Iberdrola. "Combinan buenas rentabilidades por dividendo, y además Telefónica y SCH se ven muy beneficiadas por sus inversiones en Latinoamérica", concluye.
Joaquín Casasús, director general de Abante Asesores, cree que 2004 seguirá siendo un buen año para la Bolsa. "En este ejercicio, la recuperación ha venido en gran medida por los bajos precios, pero en el próximo los inversores tendrán que fijarse más en los datos económicos y las expectativas son positivas: mayor crecimiento en Estados Unidos, señales de mejoría en Europa y Japón. Éste es el mejor escenario para las acciones y el peor para los bonos".
Casasús espera un repunte de los mercados para final de diciembre o principios de enero en el momento que empiecen a reestructurarse las carteras de los grandes inversores. Eso sí, considera que los sectores tecnológicos y cíclicos empiezan a estar bien valorados y las subidas se centrarán en grupos de gran solidez como las farmacéuticas o las compañías del sector salud.
Jordi Padilla, director de renta variable de Atlas Patrimonios, espera suaves alzas para los índices de aquí a final de año. El estadounidense Standard & Poor's podría finalizar en torno a los 1.100 puntos, mientras que el Ibex 35 de la Bolsa española rondaría los 7.500 puntos. "Estas previsiones se sostienen en los buenos datos de crecimiento económico y de empleo en Estados Unidos. Además, el 65% de los valores han batido las previsiones de resultados, frente a un 15% que han defraudado". Eso sí, aprecia elementos de preocupación como la debilidad del dólar, que afecta a los valores del índice europeo Euro Stoxx 50, cuyos valores dependen mucho de las ventas a Estados Unidos, y también aprecia una fuerte resistencia al alza en los 7.300 puntos para el Ibex 35. Acciona, Acerinox, Aventis, Philips, Endesa, Eni, ING, Nokia, Santander Central Hispano y Telefónica componen la lista de valores preferidos por Jordi Padilla para terminar el año y empezar 2004.
Frederick Artesani, socio director de la firma de análisis Antorcha Financiera, se muestra muy optimista y espera que el próximo año la Bolsa española ofrezca una rentabilidad en torno al 15%. Únicamente aprecia dos claras incertidumbres para los mercados de acciones: las elecciones en Estados Unidos y los atentados terroristas de origen islámico.
"El Ibex 35 tiene para el año 2004 un potencial de subida del 15,6%, con el objetivo de 8.190. Parte de este potencial de subida viene explicado por las expectativas de crecimiento de beneficios para el conjunto de las empresas del Ibex del 12,7%".
El PER (número de veces que el precio contiene el beneficio) actual sobre beneficios de 2003 estimados es de 15 veces, por debajo de la media histórica de 17 veces, con lo cual la Bolsa sigue estando por debajo de sus precios medios históricos. El PER actual sobre beneficios de 2004 estimados es de 13,3 veces.
A los moderados precios del mercado español, Artesani argumenta otros factores para creer en una Bolsa alcista.
En primer lugar, EE UU y Asia (incluyendo China, excluyendo Japón) están creciendo por encima de lo previsto y actuando como motores de la economía internacional. No se espera que los tipos repunten con suficiente fuerza para anular esta inercia.
Además, Japón está saliendo de su recesión: ya tiene crecimientos positivos; incluso está a punto de salir de la deflación, con crecimientos del IPC del -0,1%. Los japoneses siempre han sido ahorradores netos, y hasta 1999 habían representado un tercio de los flujos de los mercados financieros (Bolsa y bonos): en 1999, con la crisis bancaria e inmobiliaria ratificando la seriedad de la crisis económica, los ahorradores cancelaron sus inversiones de riesgo (Bolsa), conservaron sus activos de calidad (bonos, dólar) y repatriaron fondos. Con la recuperación actual, están dispuestos a asumir más riesgo y vuelven a Bolsa. En cambio venden activos seguros, lo que está ejerciendo presión sobre el bono americano y sobre el dólar.
Europa, en términos agregados, sigue estancada, pero no empeora. Las empresas han reestructurado muy favorablemente sus márgenes. Con ello han logrado mejorar beneficios sin grandes mejoras en las ventas. Si las ventas se recuperan con fuerza, la traslación a beneficios será impresionante.
Por ahora, explica Artesani, las recuperaciones no generan más empleo. Pero los que están empleados, o trabajan más horas, o lo hacen con mayor productividad. Esto se traduce en mayor renta para la población activa; y mayor consumo, incluso cuando no se genere empleo. Estas expectativas ya se están barajando en algunas economías (EE UU, España), donde el mayor flujo de caja de las empresas va a incrementos de inversión en planta, equipo y tecnología. Lo que garantiza la sostenibilidad del crecimiento a largo plazo y un menor riesgo de repunte de la inflación con el repunte de la demanda y, por ello, un menor riesgo de repunte de tipos cortos.
Finalmente, el precio del barril, que en 1999-2000 fue un detonante de la crisis (cuando rondó los 30 dólares), actualmente está próximo a esos niveles de 30 dólares, pero no está poniendo en jaque los márgenes de las empresas.
Alzas en las inversiones más castigadas
Este año de recuperación de los mercados de acciones se ha caracterizado por primar a los sectores o países más castigados en la pasada crisis. Ha sido una búsqueda de los precios más bajos en una coyuntura que empezaba a mejorar.
Por el lado de los sectores, destacan los valores tecnológicos y aquellos ligados a Internet. Todavía estos valores están lejos de sus máximos alcanzados en marzo de 2000, pero, aun así, muchos han vuelto a lanzar la voz de alarma de otra nueva burbuja tecnológica. Su mayor exponente es el índice tecnológico Nasdaq de la Bolsa estadounidense, que ha subido más de un 40% en lo que va de ejercicio.
Un dinero que ha ido en busca de sectores como el biotecnológico o el de fabricante de ordenadores, y que ha despreciado sectores más sosos como el farmacéutico que, sin embargo, se configuran como los favoritos de los expertos para el año próximo.
Ha ocurrido lo mismo en aquellos países con más riesgo. Los mercados de las economías emergentes contabilizan los mayores ascensos. Son los casos de México, Argentina o Brasil. La Bolsa brasileña encabeza esta lista con una revalorización cercana al 70% que se transforma en el 100% cuando la subida se mide en dólares. Los flujos de dinero han vuelto a estos países por tres motivos. De un lado, sus precios eran realmente bajos después de la depreciación de sus monedas y de la crisis económica que las afectó. Además, el dinero ha preferido asumir estos riesgos ante la indefinición sobre la recuperación económica que mostraban los países desarrollados. Por último, se están recuperando con más rapidez que Europa e, incluso, EE UU.
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