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Crónica:LA CRÓNICA
Crónica
Texto informativo con interpretación

Una reacción temerosa

Soledad Gallego-Díaz

En el Partido Socialista se empieza poco a poco a asimilar el resultado de las elecciones catalanas y a analizar con algo más de profundidad, y de capacidad, los efectos que pueden derivarse no sólo para el PSC, sino también con vistas a las elecciones generales.

Algunos dirigentes del PSOE se han mostrado francamente irritados por las primeras reacciones, la falta de experiencia de que dieron muestras varias de las personas encargadas de dar la cara públicamente y la inconsistencia e incompetencia de los mensajes emitidos. "Somos nosotros los primeros que hemos emitido un mensaje desmoralizador", se queja un importante dirigente socialista de ámbito nacional. El PSOE ha necesitado varios días para recomponer la figura y reagrupar sus filas, según admiten muchos y destacados militantes socialistas.

El PP necesitará revalidar los 12 escaños que consiguió en Cataluña en las generales de 1999 si quiere mantener el próximo mes de marzo la mayoría absoluta

El enfado de Maragall

"Es cierto que el resultado de las elecciones catalanas ha sido peor del esperado, que no hemos conseguido una victoria y que no hemos superado en escaños a CiU. Ésa es la realidad, y hay que asumirlo. Pero es intolerable, y sobre todo es verdaderamente tonto, que algunos miembros de este partido se lanzaran a promover de entrada un Gobierno de CiU y PSC, con una especie de ataque de pánico, aterrorizados ante la idea de que el Partido Popular se aproveche y utilice, cara a las elecciones generales, la idea de que los socialistas apoyamos a una formación independentista como ERC", añade ese mismo dirigente. El partido socialista no puede estar pendiente de las acusaciones de los populares, y Pasqual Maragall tiene toda la razón en estar furioso, asegura.

Este análisis es compartido por otros destacados militantes del PSOE: a sólo cuatro meses de las elecciones generales, afirman, y gane o pierda, el PSOE no puede estar permanentemente atrapado en los hilos del PP, asustado ante la posibilidad de que les haga responsables de los problemas de integridad territorial de este país. Es hora de recordar a los ciudadanos que la deriva soberanista es un fenómeno mucho más potente desde que el PP gobierna con mayoría absoluta, reclama este sector del partido socialista.

En el caso de las elecciones catalanas, y según palabras de un representante de ese sector, algunos dirigentes locales experimentaron una reacción de pánico estúpida, porque todos los votantes del PSC sabían perfectamente que Maragall defendía una alianza de izquierda con ERC y con ICV. "No era ninguna novedad, ninguna idea nueva, ninguna cosa extraña, ningún fraude... Por amor de Dios, todo estaba ya discutido en Santillana. Ya habíamos acordado que el PSC puede llegar acuerdos con ERC siempre que no se vulnere el pacto constitucional. ¿A que viene ahora discutir todo otra vez?", comenta.

Credibilidad

Para el sector del PSOE que representa este dirigente, con vistas a las elecciones generales de marzo lo que realmente no se entendería en Cataluña sería un acuerdo para mantener a CiU en el Gobierno de la Generalitat. "Eso sí que puede hacernos perder votos en Cataluña en las generales", asegura. "Toda la campaña del PSC se ha basado en la necesidad del cambio en Cataluña, la necesidad de airear la administración y la vida pública. ¿Cómo nos van a creer si a la primera dificultad somos nosotros los que mantenemos a CiU en el poder?".

El sector partidario de buscar el acuerdo con Esquerra Republicana recuerda que el PSC tiene la capacidad de bloquear cualquier modificación del Estatut con la que no esté de acuerdo. ERC no puede imponer su voluntad sin más, aseguran. "Un Gobierno con CiU sólo tendría sentido si ERC se niega a gobernar ni con nosotros ni con ellos y sólo en un contexto de falta de gobernabilidad en el que CiU nos lo pidiera muy encarecida y públicamente, y por un periodo muy corto, de emergencia".

La importancia de Cataluña con vistas a las elecciones generales sigue siendo muy grande. Para revalidar su mayoría absoluta, el PP necesita repetir o aumentar los 12 escaños del Congreso de los Diputados que consiguió adjudicarse en Cataluña en las elecciones anteriores.

"Cataluña y Andalucía son los únicos lugares en los que el PP puede mejorar su voto. En el resto del país, ya estamos a tope", admite un dirigente del Partido Popular. "La mayoría absoluta nos la jugaremos en esas dos comunidades", reconoce otro especialista electoral del PP, que cree que el calendario catalán va a terminar "contaminando" las elecciones generales. Según sus cálculos, para mantener la mayoría absoluta, el PP necesita no perder escaños en Cataluña y alcanzar más del 38% del voto en el conjunto de toda España.

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