"La poesía es una guerra"
Pregunta. En 1987 fundó Edicions de la Guerra, una editorial sólo para poesía. ¿Fue una promesa?
Respuesta. Estaba en el mundo de la poesía y el panorama editorial era muy escaso. Entre los poetas siempre estaba la quimera de publicar y controlar las ediciones, y me lancé.
P. ¿Qué aportaba su editorial que no estuviese en el mercado?
R. No quería publicar a poetas nuevos sino la mejor poesía en catalán y traducciones en una buena colección como las había en castellano. Eso no existía entonces.
P. ¿Por qué Edicions de la Guerra?
R. Fue un año en el que se celebraba el cincuentenario de la guerra española con el segundo congreso de escritores antifascistas. Y bueno, la poesía es una guerra: exige una actitud de avance, estar alerta...
P. ¿Una sociedad normal debe tener más narrativa que poesía?
R. Una sociedad normal va encontrando la justa medida en cada género. La poesía, la religión, el teatro, el ensayo... parece que ocupan un 5% de los lectores. Es el porcentaje del fanatismo. La novela y la literatura infantil y juvenil están en el 80%.
P. ¿Cuántos libros ha editado ya?
R. Tres por año. Unos cincuenta.
P. ¿No se ha arruinado?
R. No vivo de eso, pero se puede capear el temporal. Hemos cubierto gastos. La gente ayuda.
P. ¿Un editor es siempre un escritor frustrado?
R. El editor es una dimensión más del escritor y del lector. Se disfruta publicando textos que te dan satisfacción. Lo lamentable sería publicar cosas que no te gustan. No es ni envidia del autor: es un gran placer.
P. ¿Le gusta más leer que escribir?
R. Las dos cosas, pero muchas veces para no hacer el ridículo no escribes. Con la lectura no se corre ese riesgo.
P. ¿El poeta es un ser normal?
R. También los hay deformados. Yo procuro no serlo. Es una variante más del ser humano. Unos mitifican demasiado la palabra, otros la imagen, otros el sonido...
P. ¿Por qué se escribe poesía?
R. Por vanidad de creer que puedes transformar el mundo. También hay una vertiente que es la poesía amorosa, que tiene un sentido utilitario nada despreciable. A menudo se escribe para seducir.
P. ¿Nunca por amor propio?
R. Es demasiado generoso. De las actividades humanas, la única que se hace por amor propio es la masturbación. No hay nada por amor propio: es por vanidad, egoísmo...
P. El mundo se cae a pedazos. ¿Hacer poesía no es un despilfarro?
R. El hombre necesita consuelo, explicación. La poesía aporta una parte de eso, como lo aporta la novela, el ensayo o la prensa. La poesía aporta una dimensión sensible y humana; toca unos resortes de la conciencia que todavía tenemos, porque lloramos, nos emocionamos,... Somos humanos.
P. ¿La poesía es indisociable de la humanidad?
R. Forma parte de ella. La vida es muy prosaica, afortunadamente, pero hay una parte -ese 5% del que hablábamos- que cuando actúa, si alguien te sonríe o te dice algo amable, está muy bien. No hace falta tomarse un vaso de whisky: con dos gotas se puede transformar un café.
P. Siempre anda metido en recitales, jornadas, revistas... ¿Todavía no lo han echado de casa?
R. No, han sido muy comprensivos. Es compatible con la vida familiar, pero hay que estar alerta. Como un empresario.
EN DOS TRAZOS
Vicent Berenguer (Banyeres de Mariola, 1955) se gana el sustento como traductor en la Administración y luego invierte parte del excedente en la edición de libros de poesía, como producto de un intenso compromiso con el 5% de la humanidad. Hace unos años fundó Edicions de la Guerra, una editorial para publicar sólo poesía, que luego se integró en otra editorial, Denes, como una colección que no para de suministrar deliciosos libros de versos en valenciano como consuelo a un mundo que se desmorona un poco más a cada informativo.
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