Caballos
Tiene resonancias míticas el nombre de Gibraltar: Rock of Gibraltar es un genial caballo de carreras, retirado de las pistas, semental afamado. Cobra por monta 40.000 libras, cubre de 100 a 150 yeguas al año y se calcula que llegará a producir 100 millones de libras si la vida lo respeta. El entrenador del Manchester United, sir Alex Ferguson, es copropietario del purasangre por gentil cesión de su amigo John Magnier, uno de los dueños del equipo de fútbol. Puesto que el irlandés Magnier se niega a repartir las ganancias del semental con el escocés Ferguson, el noble entrenador lo ha llevado a los tribunales. Rock of Gibraltar me parece un gran nombre para un caballo, aunque a mí la Roca siempre me ha recordado una vaca echada en el mar de Cádiz, una gran vaca mítica.
Un caballo supera a un intelectual en que su trabajo puede ser medido sin discusión, sentenció una vez el novelista Robert Musil. Me documento sobre el mundo aristocrático de las carreras de caballos: según Roger Mortimer, mantener a un purasangre un año es más caro que costear el curso en Eton de dos estudiantes. Por un manuscrito de Borges pagaron esta semana en una subasta londinense 23.000 euros (un fracaso para vendedores y subastadores, que esperaban conseguir 35.000). Se trata de El verdugo piadoso, tres o cuatro folios sobre Dante, que siente piedad de una condenada (condenada por la propia opinión de Dante) al infierno: Francesca de Rímini, esposa adúltera, amante de su cuñado, esposa y cuñado sorprendidos y asesinados por el marido.
Los amantes de Rímini se rindieron el uno al otro durante la lectura, juntos, de un libro de amores: hay libros funestos y libros que traen fortuna. El volumen que incluye el escrito borgiano sobre Francesca, Nueve ensayos dantescos, en edición de Espasa Calpe, de 1982, alcanzó en Londres el precio de 572 libras, precio que parece una errata, un error o un disparate, según me informa el poeta y editor Abelardo Linares, librero de libros perdidos. (Yo juraría haber visto a 3 euros esos Ensayos dantescos en algún puesto de libros usados de Málaga o Granada.) Las 770 páginas manuscritas de los hermanos Antonio y Manuel Machado, poemas, cartas, apuntes de historia, gramática francesa, aritmética y aritmética mercantil, más unas frases de Santa Teresa copiadas a mano por don Antonio, todos los papeles machadianos que conservan sus herederos, alcanzaron en una subasta sevillana el precio de 625.000 euros, a cien cuerpos de lo que puede rendir Rock of Gibraltar a lo largo de una fecunda carrera reproductora.
Pero yo creo que estas reliquias literarias le infunden a la literatura visibilidad y realidad, es decir, precio: la convierten en algo tan real como un caballo. La introducen en el circuito del turismo cultural. La ayudan a escapar de la trabajosa página impresa para resplandecer en una vitrina. Gracias a la subasta de Londres, quizá admiremos un día en algún museo el pez-puñal finlandés que la Universidad de Oklahoma regaló a Borges, o su tarjeta de visita, director de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires; o, fruto de la subasta sevillana, la letra poco regular de Machado en una carta a su madre con membrete de catedrático de francés del Instituto de Soria.
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