José Manuel Falcón, pionero del movimiento ecologista
José Manuel Falcón hizo en esta vida algo muy importante: apurarla hasta el último momento y luchar por disfrutarla. Nacido en Zaragoza en 1955, ha muerto en Cuenca (Ecuador), donde emigró en 1991; allí se había casado con Ruth, su cuidadora, una mujer excepcional con la tuvo un hijo, José Manuel.
La esclerosis múltiple que padecía le llevó a tierras cálidas, pero antes dejó un legado inolvidable del que muchos desconocen su procedencia. Fundó en Aragón ANSAR, la Asociación Naturalista Aragonesa, en 1979; fue militante de los derechos de los discapacitados; protagonizó huelgas de hambre para reclamar aparcamientos y viviendas sociales para ellos. Los logró. Pionero en la lucha por proteger la naturaleza, cuando nadie se preocupaba por ella, Falcón fue un avanzado en muchas cosas y un ciudadano de primera.
Comprometido con las causas políticas, en 1986 fue candidato al Senado por IU, aunque no salió elegido. Entonces se fotografió junto a la sabina de Villamayor, donde serán esparcidas sus cenizas el próximo diciembre.
Emilio Lacambra, su compañero de aventura política en aquel tiempo, le tenía en su restaurante, donde emitían tertulias radiofónicas que dirigía Plácido Serrano y en las que Falcón, desde su silla de ruedas y sin poder apenas hablar, seguía con pasión los debates sobre la vida.
Recibió reconocimientos y premios; los de la Asociación de Esclerosis Múltiple de Aragón -que él impulsó y organizó- y el de la Fundación Ecología y Desarrollo, en 1998. En 2001 le dieron el premio aragonés de Medio Ambiente. No pudo venir a recogerlo. Sus amigos le lloran y recuerdan su apuesta pionera por defender la Tierra y todo lo que hay en ella. -
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