El Ayuntamiento de Egües encarga una auditoría sobre la gestión de su ex alcalde
Su partido, UPN, se negó en su día a que compareciese en el Parlamento foral y aseguró que daría explicaciones ante el pleno de su Ayuntamiento, pero Ignacio Galipienzo, ex alcalde regionalista de Egües, dio ayer esquinazo a sus compañeros de corporación y no acudió a la sesión en que debía aclarar el origen de su abultado patrimonio inmobiliario.
Galipienzo evitó su comparecencia presentando su dimisión como alcalde pocas horas antes del inicio de la sesión, solicitada por los tres grupos de la oposición, todos independientes, que querían explicaciones directas sobre las irregularidades urbanísticas descubiertas en el municipio.
En su ausencia, el pleno acordó por unanimidad encargar una auditoría externa que investigue la actuación de Galipienzo. La oposición podrá acceder también a toda la información sobre los gastos abonados por el ya ex alcalde con la Visa oficial, sus gastos de viajes y los pagos que hizo en restaurantes con cargo a las arcas municipales. En cambio, el voto en contra de UPN impidió que se haga pública la declaración de bienes del ex primer edil.Galipienzo no dará explicaciones de su actuación ni en el Parlamento foral (UPN votó en contra) ni ante su propio consistorio, pero sí tendrá que hacerlo, como recordaron ayer los portavoces de la oposición, ante la Fiscalía del Tribunal Superior navarro si ésta admite la denuncia presentada contra él por nueve concejos del valle y los grupos opositores por presunto enriquecimiento ilícito derivado de suspuestos actos de prevaricación (dictar una resolución injusta a sabiendas).
Sustituto en diez días
El Ayuntamiento de Egües conocerá oficialmente el viernes la dimisión de Galipienzo en otra sesión extraordinaria. UPN, que tiene mayoría absoluta, tendrá desde entonces diez días para designar a su sustituto. De momento, los regionalistas no han decidido nada, según diversas fuentes por la necesidad de investigar internamente hasta dónde llegan las ramificaciones empresariales e inmobiliarias tejidas por Galipienzo con algunos de sus concejales y compañeros de partido.
Las licencias que concedió para construir un hotel de apartamentos en una parcela escolar, la adquisición de lujosos pisos y fincas en los últimos años de su mandato y las conexiones con consejeros y ex consejeros de la principal promotora urbanística de la localidad han abierto una profunda crisis en este municipio colindante con Pamplona que registra la mayor especulación urbanística de la región.
La indignación política y ciudadana es aún mayor después de que miles de personas se viesen obligadas el lunes a pasar horas en la calle para conocer si habían resultado adjudicatarias de un piso de protección oficial en una promoción de 351 viviendas, 291 de las cuales se construyen en Sarriguren, junto a Egües. Más de 6.700 personas habían solicitado un piso.
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