Un niño de 20 meses muere tras ser mordido en la cabeza por un perro

El niño de 20 meses Juan Miguel Morena murió el pasado domingo a consecuencia de las mordeduras de un perro, un dogo alemán, cuando jugaba con su hermano en una finca de Calzada de Calatrava (Ciudad Real). El dogo alemán es una de las razas consideradas como potencialmente peligrosas. El pequeño fue atacado cuando intentó recuperar una pelota.

El niño entró en el cercado donde permanecía el perro corriendo detrás de una pelota, y el animal se abalanzó sobre él. Los hechos se produjeron en cuestión de segundos y no dio tiempo a que interviniera el hermano del atacado, de 8 años. El animal es propiedad del padre del pequeño, que trabaja como guarda en la finca manchega Herraderos, lugar donde se produjo la tragedia. Un amigo de la familia contaba ayer que "los chicos jugaban con frecuencia con el perro y nunca les había hecho nada". Pero, según esta versión, los chicos pasaron en esta ocasión "a una zona donde estaban las ovejas, y el perro reaccionó contra ellos".

La subdelegación del Gobierno en Ciudad Real señaló ayer que los dos niños estaban al cuidado de la abuela materna. Cuando llegó la guardia civil, acompañada por un médico de Calzada de Calatrava, sólo se pudo certificar la muerte debido a "las múltiples heridas sufridas". El juzgado de Almagro ha abierto una investigación. El pequeño fue enterrado ayer en Puertollano después de practicársele la autopsia.

El dogo alemán está clasificado por los veterinarios como un animal de inteligencia media en materia funcional y de obediencia. Necesita de 25 a 40 repeticiones para comprender bien un ejercicio, y recuerda las órdenes con dificultad si no las repite con frecuencia. Por sus dimensiones es una raza catalogada como potencialmente peligrosa, si bien el comportamiento habitual del autor de la muerte de Juan Miguel "nunca había sido agresivo hacia el niño", según un trabajador de la finca, que le describe como un perro "grande pero dócil".

El director de la Fundación Altarriba, defensora de los derechos de los animales, Luis Luque, declaró ayer que "no es habitual que un perro de esta raza que conoce al niño, le ataque". A raíz de la tragedia, el perro permanece en la perrera municipal de Moral de Calatrava por orden del juzgado de primera instancia de la localidad de Almagro.

Siete personas han fallecido a causa de las heridas producidas por perros desde el año 2000, dos de ellas eran niños, informa Efe. Hasta el pasado domingo, el último ataque mortal de un perro se produjo el pasado 9 de septiembre en la localidad malagueña de Mijas, cuando un hombre de 30 años, que entró presuntamente a robar en un desguace, murió a consecuencia de las heridas que le causaron tres perros, mastines napolitanos, que custodiaban el recinto.

La secretaria del colegio de veterinarios de Toledo, Esperanza Caselles, señaló ayer que el cumplimiento de la legislación en materia de perros peligrosos "depende de la buena voluntad de los propietarios del animal" y recordó que "muchos ayuntamientos todavía no han abierto el registro de perros peligrosos". En marzo de 2002, el Gobierno aprobó un decreto sobre catalogación, control y tenencia de las razas potencialmente peligrosas.