La patronal CEOE critica la pérdida de competitividad en los últimos cuatro años
Los empresarios creen que el crecimiento tira por la construcción, el consumo y los inmigrantes
La patronal CEOE critica la pérdida de competitividad de la economía española que se ha producido desde 1999. Una tendencia negativa que a su juicio se refleja en la falta de "eficiencia empresarial, eficiencia del Gobierno y las infraestructuras", y a pesar del buen comportamiento de los resultados económicos. En un informe interno, identifica las fuentes del crecimiento de la economía con la fortaleza de la construcción y con el consumo, influido éste por el aumento del número de hogares que se deriva del "intenso proceso de absorción de inmigrantes" experimentado por la economía española.
La confederación empresarial cree que se ha producido un retroceso que ha llevado a España a perder por segundo año consecutivo un puesto en el ranking de las economías más competitivas del mundo, que hace dos años era el séptimo y ahora ha descendido al noveno lugar. El informe de CEOE, aún sujeto a modificaciones hasta que lo aprueben los órganos directivos, contiene un profundo análisis (de 166 páginas) de los retos de España. En él toma como referencia los datos del World Competitiveness Year Book para añadir que, además de la economía, también "el Gobierno viene perdiendo eficiencia progresivamente desde 1999, año en el que ocupaba la séptima posición, hasta la actual novena".
Para recuperar competitividad,sostiene que se deben corregir los desequilibrios del propio modelo de crecimiento. Y para mejorar la productividad cree que se debe tener en cuenta el valor de los bienes y servicios y de la eficiencia con que pueden ser producidos. El informe identifica dos pilares fundamentales de la competitividad: el factor de los precios -"el país que vende más barato es el que más vende", afirma- y otros factores diferentes, como los tecnológicos y organizativos que mejoran la eficiencia productiva.
La patronal denuncia, asimismo, que la descentralización administrativa no coopera en ese proceso, sino que por el contrario multiplica los desequilibrios "dado que los entes de gobierno de carácter inferior [comunidades autónomas y ayuntamientos] tienen una mayor ilusión fiscal en los ingresos, al tiempo que la cercanía a los ciudadanos hace más inflexibles a la baja los gastos".
La patronal entiende que la consolidación del crecimiento español se basa en factores endógenos y que "resulta difícil encontrar factores exógenos que animen la actividad". Las fuentes del crecimiento en su criterio son la fortaleza de la construcción, que impulsa notablemente la demanda de crédito hipotecario, y la fortaleza de la demanda interna, con un incremento en el número de hogares que se deriva del intenso proceso de absorción de inmigrantes experimentado por la economía española. Además de esos factores internos, considera muy importante mejorar la competitividad y la productividad para fortalecer las relaciones económicas con otros países.
Las bases que a su juicio de la CEOE permitirán recuperar un crecimiento de la productividad suficiente son: la estabilidad presupuestaria, la inversión en infraestructuras, la investigación, el desarrollo y la innovación, las tecnologías de la información y las telecomunicaciones, las reformas tributarias para favorecer la actividad económica y la mejora del cuadro legal para las relaciones laborales.
El informe reconoce el logro del equilibrio presupuestario, pero detecta tres matices. El primero es que "el equilibrio lo es a efectos contables, pues se compensa con el superávit previsto para la Seguridad Social", mientras que el Estado ha tenido en los últimos años un déficit creciente: en 2001 fue de 1.450 millones de euros, en 2002 de 3.760 y en 2003 de 8.820 millones. El segundo matiz es si el equilibrio presupuestario se corresponde con una estructura saneada o se ha conseguido por efecto del ciclo económico. La tercera salvedad es que ese equilibrio se basa en una previsión de contexto económico que, según CEOE, "resulta cuanto menos voluntarista".
Menores impuestos
Con ese contexto, la patronal apoya la política de seguir reduciendo impuestos, pero siempre que se tenga en cuenta la fiscalidad de las empresas. En ese documento se afirma que "la política de reducción de impuestos, que tan beneficiosos efectos ha producido en la evolución de la economía española, se ha centrado de manera prioritaria en la tributación de las personas físicas y mucho menos en la empresarial". Por eso, considera absolutamente necesaria una reducción en la fiscalidad de las empresas para favorecer la renovación y modernización de su estructura productiva y contribuir a la recuperación de la inversión. Asimismo, subraya la necesidad de que las administraciones territoriales (comunidades autónomas y entes locales) ejerzan una política tributaria y responsable en el ámbito de las competencias delegadas por el Estado, de forma que no se distorsionen los efectos positivos derivados de la reducción impositiva en el ámbito estatal a través de la creación de nuevas figuras tributarias o del incremento de gravamen de impuestos cedidos ya existentes.
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