La historia de Macías

Los vecinos de Arjonilla, un municipio de unos 4.000 habitantes asentado en la Campiña jiennense, se frotan las manos estos días por la proyección exterior que le puede dar a su pueblo el libro que la futura reina de España, Letizia Ortiz, regaló al Príncipe de Asturias en el acto de pedida de mano. Y es que la obra El doncel de don Enrique el Doliente, que Mariano José de Larra publicó en el año 1834, recrea una leyenda caballeresca del siglo XV que está ambientada en Arjonilla y que tiene como protagonista al trovador Macías, cuyos restos se encuentran en el castillo de esta localidad.

No hay más que darse una vuelta por Arjonilla para comprobar hasta qué punto está arraigada esta historia de amores imposibles que tiene como protagonista a Macías, un joven soñador y aventurero natural del municipio gallego de Padrón, que formaba parte de la corte de Enrique de Aragón y que se enamoró apasionadamente de doña Elvira, que también formaba parte del séquito real.

'El doncel de don Enrique el Doliente' recrea la historia del trovador Macías

Una calle, el centro de educación de adultos, la coral polifónica, el coto de caza y, muy pronto el futuro teatro, llevan el nombre de Trovador Macías. También cuenta el Ayuntamiento con una escultura de bronce a tamaño natural del trovador Macías, realizada por el escultor de Andújar Antonio González Orea, que se conserva en un almacén del Ayuntamiento a la espera de que concluya la restauración del castillo y poder ubicarla allí. Por si fuera poco, la asociación de mujeres del pueblo lleva el nombre de Doña Elvira.

"La historia de Macías está muy arraigada en la historia de Arjonilla", asegura su alcalde, Pedro Carmona, quien se muestra esperanzado en que el regalo real sirva de acicate para relanzar la imagen exterior del pueblo. Al menos, Carmona desea que sea el empujón definitivo para concluir la restauración del castillo que lleva el nombre del trovador Macías. Se trata de una fortaleza que empezó a edificarse en el siglo XIV y que desde el año 1989 aguarda el proyecto para paliar su estado de deterioro. En la actualidad sólo conserva la torre del homenaje y tres lienzos de muralla, porque el resto se derribó de forma inexplicable en el siglo XVIII para dar acceso a la casa que se construyó el marqués de La Merced.

El alcalde no duda de que tan pronto como esté restaurado el castillo -ya existe un convenio con la Consejería de Cultura para invertir medio millón de euros- invitará a los futuros Reyes de España a su inauguración.

El Ayuntamiento pretende revitalizar turística y culturalmente el castillo, con representaciones medievales alusivas a la leyenda y otros espacios expositivos. La de Arjonilla es una de las fortalezas incluidas por la Diputación de Jaén en la llamada Ruta de los Castillos, que cuenta con el asesoramiento técnico del escritor arjonero Juan Eslava Galán.

El cronista de Arjonilla, Alfonso Rueda, ya ha anunciado que remitirá al Príncipe de Asturias y a doña Letizia toda la documentación posible sobre la leyenda caballeresca. Otra de las iniciativas que quiere impulsar es el hermanamiento con Padrón, la cuna del Nobel Camilo José Cela, de donde era natural Macías.

Alfonso Rueda, que también es el director del colegio público local, narra a sus alumnos cada 21 de marzo, coincidiendo con el aniversario de la independencia de Arjonilla, la historia del trovador Macías, a quien define como "un hombre de clase alta, pero de condición humilde como persona": Cuando Enrique de Aragón se desplazó hasta las tierras de Jaén para organizar nuevas conquistas de tierras y villas, Macías se enamoró de doña Elvira, una doncella de la corte. Sin embargo, Macías fue enviado a la guerra y, al volver, se encontró a Elvira casada con Hernán Pérez de Vadillo, hidalgo de la vecina localidad de Porcuna. Eso no fue óbice para que el trovador Macías siguiera manifestándole su amor con canciones y poesías. Los celos que sentía el marido de doña Elvira le llevaron a pedirle el destierro a Enrique de Aragón. Macías fue encarcelado en la fortaleza de Arjonilla.

No satisfecho con ello, el marido de doña Elvira, según cuenta la leyenda, se desplazó hasta el castillo y, con una flecha, acabó con la vida de Macías, con la complicidad de los carceleros.