Madrazo pide a los municipios que ayuden a frenar el precio de los pisos

El consejero de Vivienda, Javier Madrazo, dio ayer un toque de atención a los ayuntamientos, a los que reclamó una mayor implicación para resolver el acuciante problema de acceso a la vivienda que sufren algunos colectivos sociales, como los jóvenes. Madrazo reconoció que debe ser el Gobierno quien lidere la cuestión, pero rechazó que tenga que soportar en solitario la construcción de vivienda de protección oficial, la más costosa para las arcas públicas, mientras que los ayuntamientos sólo se dediquen a las promociones que les resulten rentables económica y socialmente.

Madrazo lanzó este recado a los consistorios durante la presentación del presupuesto de Vivienda ante la comisión de Economía del Parlamento. La apelación a que se impliquen más los ayuntamientos es recurrente en el discurso del consejero, que también hizo un llamamiento similar el año pasado cuando presentó los presupuestos de su departamento para el ejercicio actual.

El consejero considera que los ayuntamientos pueden contribuir a frenar el imparable crecimiento del precio de los pisos realizando "una aportación económica importante" a través de sus presupuestos y destinando sus patrimonios públicos de suelo a la construcción de vivienda protegida. Esos pisos tendrían como destino el alquiler social.

Aunque evitó personalizar, lamentó la política que siguen algunos municipios de dedicar las plusvalías que obtienen al vender suelo de su propiedad a cuestiones que no tienen nada que ver con la edificación de pisos de protección oficial. "No es de recibo este tipo de actuaciones. Sólo si actuamos en conjunto todas las instituciones podremos resolver el problema", indicó a modo de advertencia.

El área de Vivienda ha previsto un gasto de 148,9 millones de euros para el año 2004, lo que representa un 13% más que este año. La parte más importante de ese dinero irá a la construcción de vivienda protegida (48 millones) y a la compra y urbanización de suelo (23,3 millones de euros). La intención del departamento es edificar un total de 3.500 pisos. Para ello utilizará sus recursos, los de la sociedad pública Visesa y los conciertos con los promotores privados.

Vivienda tiene previsto colocar en el mercado alrededor de 1.600 pisos vacíos y ayudar a la compra de otras 1.300 casas usadas y a la rehabilitación de 7.500.

Más dinero a Sanidad

El consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, también presentó ayer el presupuesto con el que espera contar su departamento el próximo año, que alcanza los 2.144 millones de euros (un 6,9% más que este año). De esta cantidad, el departamento gestionará directamente 669,6 millones, 1.420,4 millones servirán para financiar el Servicio Vasco de Salud-Osakidetza y su red de hospitales, y otros 54,1 se destinarán a inversiones.

Dentro de los 669,6 millones del departamento, el capítulo de gasto farmacéutico es el más cuantioso, con 463,5 millones de euros (un 8% más que el año anterior). El aumento del gasto en medicamentos en una constante, aunque en los últimos años, Sanidad ha conseguido frenar las subidas y situarlas en torno al 6%. Para el próximo año se ha fijado como objetivo alcanzar una prescripción del 8% de medicamentos genéricos, que son los más baratos.

En su previsión de actividad, Osakidetza estima que practicará en torno a las 170.300 intervenciones quirúrgicas, atenderá unas 902.000 urgencias, realizará cerca de 219.400 ingresos en los hospitales y los especialistas efectuarán sobre los 3,4 millones de consultas. En cuanto a la atención primaria, las consultas se elevan hasta los 9,3 millones. Las cifras superan ligeramente a la actividad con la que Osakidetza ha previsto cerrar este año. Entre los nuevos programas que pondrá en marcha el Servicio Vasco de Salud se encuentra el centro de especialidades de Gernikaldea y la implantación de la tarjeta sanitaria electrónica.

Por su parte el consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social, Joseba Azkarraga, explicó al presentar su presupuesto que, del gasto total de 386,7 millones para 2004 (un 10% más que en 2003), unos 62 estarán dedicados a lo que denominó "el coste de la no Euskadi", es decir, a financiar servicios que no han sido transferidos por la Administración central.