Mas rinde homenaje a Pujol y se compromete solemnemente a continuar su proyecto político
Convergència i Unió consigue reunir a 15.000 personas en el mitin final de campaña
Convergència i Unió (CiU) quiso demostrar ayer que, pese a la retirada de Jordi Pujol y presentar un nuevo candidato, Artur Mas, es capaz de movilizar a miles de simpatizantes nacionalistas y que todavía tiene posibilidades de hacerse con la victoria. Ayer, en un abarrotado pabellón olímpico de Badalona -unas 15.000 personas-, Mas quiso rendir un emocionado homenaje al que ha sido presidente de la Generalitat de Cataluña durante 23 años y se comprometió, solemnemente, a seguir su estela y "servir al pueblo y al país" como lo ha hecho Pujol.
El mitin final de CiU quiso ser una demostración de fuerza y, al tiempo, de patriotismo. Un broche final a una campaña en la que CiU ha puesto toda la carne en el asador para movilizar al electorado y que, aseguró ayer Mas, ha servido "para dar la vuelta a unos pronósticos adversos" sobre sus posibilidades. Y es que Mas partió hace un año con una diferencia de 20 puntos por debajo de su rival Pasqual Maragall y ahora las encuestas pronostican un empate.
El inicio del acto fue un claro preludio de su desarrollo. El candidato, aclamado al entrar en el pabellón por un enfervorizado público al grito de "Mas, presidente", se fundió en un amistoso, pero algo rígido, abrazo en su encuentro con Jordi Pujol. Fue un primer gesto que después culminó con palabras de agradecimiento.
Inició su discurso dando las gracias a todas las personas que le han acompañado en esta travesía lectoral. Pero quiso personalizar el reconocimiento en Pujol, de quien dijo que ha aprendido "a querer Cataluña" y a quien, añadió, "debemos agradecer la Cataluña que tenemos". En un tono solemne, afónico y apabullado por el entorno y el momento, el candidato de CiU se comprometió a continuar el proyecto de Pujol y a dedicarse "al país y al pueblo de Cataluña con fidelidad a sus instituciones y a todos los catalanes".
El escenario, decorado con una gran senyera, estaba presidido por una gran pantalla con la totalidad de los miembros de las cuatro candidaturas de CiU al Parlamento. El pabellón pareció derrumbarse de aplausos cuando el presentador dio la bienvenida a dos diputados del Partido Nacionalista Vasco (PNV). En el exterior, se concentró un centenar de trabajadores de la empresa Printer, afectados por un expediente de regulación de empleo, rechazado por el Departamento de Trabajo de la Generalitat.
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