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La zona euro evita la recesión con un crecimiento económico del 0,4%

El PIB japonés marca con un 0,6% su séptimo trimestre consecutivo de expansión

La economía europea inició en el verano el camino hacia la recuperación, puesto de manifiesto con un incremento del 0,4% en el PIB del tercer trimestre, tanto para el conjunto de la Unión como para los 12 países de la zona euro. Es un giro radical con respecto al crecimiento negativo del 0,1% que sufrieron en el anterior trimestre los Doce sometidos a la disciplina de la moneda única. La UE dice adiós a la recesión. Por otra parte, la economía japonesa creció un 0,6% entre junio y septiembre y marca su séptimo trimestre consecutivo de expansión.

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Los datos dados a conocer ayer en Bruselas, al día siguiente de los también positivos anunciados en Berlín y París, llevaron a un portavoz de la Comisión a asegurar que "lo peor ya ha pasado" para la economía europea. No obstante, las cifras están lejos de ser espectaculares -en especial si se las compara con los abrumadores datos del PIB estadounidense, que en el tercer trimestre creció a una explosiva tasa intertrimestral anualizada del 7,2%-, pero apuntan al esperado cambio de tendencia. "Es un resultado positivo", señaló el portavoz del comisario Pedro Solbes, comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios. "Hay una tendencia hacia su continuación a principios del año que viene. Lo peor ya ha pasado".

En la comparación interanual, el PIB de los Doce subió un 0,3% en el periodo junio-septiembre con respecto al mismo ciclo de 2002, la mitad del 0,6% atribuido en estas primeras cifras provisionales a los Quince (el área euro más Reino Unido, Suecia y Dinamarca). El alivio por el cambio de tendencia no ciega a la Comisión, que sigue pensando que el crecimiento para el conjunto del año será decepcionante por tercer año consecutivo.

Su última previsión aventura que la economía en la zona del euro no irá más allá de un escueto 0,4% en 2003, que se elevará hasta el 0,8% en el conjunto de la Unión. Cifras que están muy lejos de lo que ocurre en la otra orilla del Atlántico, donde distintas previsiones apuntan a un crecimiento de la primera economía mundial que debe oscilar entre el 3,3% y el 4%.

La incipiente recuperación veraniega en la UE se consolidará en el actual trimestre y seguirá en 2004, según la Comisión, que atribuye la mejora a políticas macroeconómicas flexibles, contención de la inflación, reformas estructurales y la reducción de la incertidumbre geopolítica. La resultante de estas fuerzas es un retorno de la confianza a los agentes económicos. Para el próximo año, la Comisión prevé un crecimiento del 2% en la Unión, que a partir de mayo contará con 25 miembros. La aportación de 10 nuevos socios -que este mismo año deberían crecer un 3,1%- tirará de la economía del continente gracias al crecimiento de la demanda interna y de las inevitables reformas estructurales que deberán realizar los países de la ampliación. El PIB de la eurozona subirá un 1,8% en 2004, camino de una solidez que en 2005 debería llevarle hasta el 2,5%.

Las tres principales economías de la zona euro (Alemania, Francia e Italia) salen lánguidamente del bache en que cayeron en la primera mitad del año. Alemania creció un 0,2% en el verano y Francia avanzó un 0,4% en el mismo periodo de tiempo. El FMI acaba de anunciar que Italia crecerá este año el 0,4%, el doble que Francia. La recuperación alemana permitirá a Berlín cerrar el ejercicio de 2003 sin variaciones en ningún sentido con respecto al anterior. España, la quinta economía de la Unión, es la que mejor resultados debe ofrecer en 2003 entre las de peso notable, con una mejora del 2,3%. El Reino Unido crecerá un 2%.

Renacimiento japonés

En esta atmósfera de cambio de ciclo, la economía japonesa, segunda del ranking mundial, creció entre junio y septiembre un 0,6%, más de lo esperado. Tras el séptimo trimestre consecutivo de expansión, el PIB nipón avanza a una tasa anual del 2,2%. Analistas del sector privado japonés habían calculado una cifra inferior, de alrededor del 0,3%. La inversión privada contribuyó notablemente a la mejora con un incremento del 2,8%.

Estas contribuciones de Estados Unidos y Japón (dentro de un área donde China crece vigorosamente) pintan un cuadro positivo para la evolución de la economía mundial del que debe beneficiarse Europa, pero Bruselas sigue considerando que, a corto plazo, el crecimiento de la Unión tendrá más origen interno que externo. "La renta real disponible de las economías domésticas ha recibido un estímulo de la menor inflación", señala un estudio de la Comisión, según el cual "el efecto favorable sobre la renta real [de un coste de la vida a la baja] se verá reforzado por la apreciación del euro y los consiguientes efectos sobre la relación de intercambio".

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