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Reportaje:

La casa del futuro se refrigerará por sí sola

El Ayuntamiento levantará 139 viviendas ecológicas en el Ensanche de Vallecas

La casa del futuro no está construida con materiales extravagantes, no exhibe grandes avances tecnológicos, ni siquiera cuesta un riñón. La casa del futuro -en la versión del Ayuntamiento de Madrid- tan sólo requiere "hacerse con cabeza".

¿Que el calor obliga a instalar costosos aparatos de aire acondicionado? Pues se construyen chimeneas de ventilación para que corra mejor el aire. ¿Que el frío dispara los gastos en calefacción? Pues se aísla la fachada con una "segunda piel" de madera. ¿Que los árboles del patio se secan por falta de agua? Pues se recicla la que trae la lluvia. ¿Que no llega el sol a los pisos más bajos? Pues elevamos un poco el edificio y asunto solucionado.

Bajo esta premisa, la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV) construye un edificio de 139 viviendas sociales en la ciudad ecológica que el Ayuntamiento planea levantar en el Ensanche de Vallecas.

Esta manzana piloto, como fue catalogada ayer por el concejal de Urbanismo, Pío García-Escudero, es tan sólo una parte de un nuevo barrio de 5.793 viviendas sociales. El proyecto -denominado Ecovalle- prevé tres actuaciones que serán financiadas en parte con los dos millones de euros que se recibirán de los fondos de la Unión Europea. Además de las 139 viviendas ecológicas, las otras dos actuaciones previstas son un bulevar con microclima y el parque de la Gavia, diseñado por el arquitecto japonés Toyo Ito.

La intención del Ayuntamiento es que las nuevas casas ahorren hasta un 60% del consumo de energía y reduzcan las emisiones de dióxido de carbono. El frío y el calor, además de molestos, resultan sucios y caros. Por eso, las viviendas ecológicas, que costarán 11,5 millones de euros, quieren hacer de los vaivenes climáticos su mejor virtud. El edificio presenta a priori una morfología corriente y similar a la de otros inmuebles. Sus cuatro bloques de cinco plantas forman un cuadrado, con un patio en el interior que comunica con la calle por los vértices. Sin embargo, el diseño ha tenido en cuenta aspectos en apariencia triviales como la orientación de los salones y los dormitorios, el movimiento del sol según la estación del año o la penumbra en los pisos más bajos.

Los bloques norte, este y oeste orientan sus salones hacia el patio interior de la manzana. En cambio, el edificio sur dirige sus viviendas hacia la calle para captar mejor el sol invernal. Este último bloque está elevado un metro y medio sobre la cota de la calle para facilitar la entrada de los rayos del sol y asegurar la privacidad de los hogares.

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El patio está dividido en dos áreas. Una, la meridional, también está elevada un metro y medio sobre el suelo y se dedicará a juegos infantiles. La otra, la septentrional, está cubierta por árboles y estanques.

En el centro de la manzana, un tanque subterráneo recoge el agua de la lluvia para regar las zonas verdes y alimentar las fuentes ornamentales. Además, el proyecto verde del Ayuntamiento contempla la creación en el patio de un centro comunitario para actividades de educación ambiental.

Finales de 2005

El concejal de Vivienda, Sigfrido Herráez, anunció ayer que los propietarios de las viviendas tendrán la llave en sus manos hacia finales de 2005. Sin embargo, la ciudad ecológica de Vallecas es un proyecto largamente anunciado por el Ayuntamiento y que hasta ahora no se ha visto materializado. En febrero de 1998, el mismo Sigfrido Herráez proclamó a bombo y platillo que Vallecas sería el "barrio estrella" del Ayuntamiento, entonces presidido por José María Álvarez del Manzano.

Herráez insistió ayer en que el coste de las nuevas viviendas no supondrá una carga excesiva para las arcas municipales, y que el gasto adicional que supone una construcción de estas características con respecto a una vivienda social regular será financiado con las subvenciones comunitarias.

Sin embargo, son muchas las novedades que aporta el inmueble. Los edificios incorporan dos campos de paneles solares térmicos de 125 metros cuadrados cada uno. Todas las viviendas tendrán un sistema de ventilación hecho con chimeneas solares: cada hogar posee un conducto vertical por donde correrá la ventilación a través de aireadores y rejillas.

Para evitar el calor del sol pero permitir que entre luz, los edificios están provistos de una especie de "segunda piel", consistente en unos paneles correderos formados por planchas de madera que se ubicarán de distinta forma según la orientación del bloque. Los materiales -madera reciclada, aluminio reciclado y piedra caliza natural- también han sido concebidos para respetar el medio ambiente.

La construcción de las 139 viviendas sociales está dentro del proyecto Sunrise de la Unión Europea. La manzana piloto de Vallecas es la aportación de Madrid al programa, formado por otros tres proyectos públicos de vivienda social en Grenoble (Francia), Copenhague (Dinamarca) y Oslo (Noruega).

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