El Rey recuerda a Kirchner que las empresas necesitan confiar en el futuro de Argentina

El rey Juan Carlos inició ayer sus conversaciones con el presidente argentino, Néstor Kirchner, con el mensaje de que España seguirá haciendo todo lo posible para que Argentina supere la crisis. Pero también recordó que las empresas necesitan confiar "en el presente y el futuro". En el contexto de tensiones empresariales que está marcando la visita, merece ser interpretado como un llamamiento al líder surgido de la izquierda peronista para que cumpla su parte.

Fueron apenas 20 minutos de conversación a solas entre el Rey y el presidente, que, atendiendo los requerimientos de los servicios protocolarios de la Zarzuela, se avino a salir a la antesala del Salón Blanco de la Casa Rosada, sede de la presidencia argentina, para recibir a sus huéspedes. Ningún tipo de honores había precedido este primer saludo. Tras sucesivos recortes del programa, la visita real dejó de tener carácter de Estado. Una fuente diplomática española la calificó el martes de "visita muy especial", ante la dificultad de definirla en términos diplomáticos.

Don Juan Carlos y doña Sofía fueron acogidos el martes por la noche, al pie del avión, por el vicepresidente, Daniel Scioli, y el ministro de Exteriores, Rafael Bielsa, en medio de una estruendosa tormenta. El mal tiempo hizo que se suspendiera la ofrenda floral al monumento del general José San Martín, donde previamente ya se había descartado entregar a los Reyes las llaves de oro de la ciudad.

Foro aplazado

La mañana quedó limitada, así, al saludo, acompañado de un ligero abrazo, al presidente argentino y su esposa y a los 20 minutos de conversación, tras lo cual don Juan Carlos y doña Sofía fueron solos a saludar a los participantes en un foro hispano-argentino presidido en la sede del Ministerio de Exteriores por el banquero y ex secretario de Estado Guillermo de la Dehesa. Participaban personalidades españolas como los ex ministros Carlos Solchaga y Jesús Posadas y los empresarios Alfonso Cortina y Francisco Luzón.

Este encuentro tenía que haber coincidido con otro estrictamente empresarial organizado por el Comité Bilateral de Hombres de Negocios, que el ministro argentino de Economía, Roberto Lavagna había prometido presidir. Pero después de que Kirchner disparara en Madrid munición gruesa contra los empresarios españoles, Lavagna dejó de mostrar interés. Hace unos 10 días quedó aplazado hasta mejores tiempos.

Según un portavoz de la Casa del Rey, don Juan Carlos le dijo ayer a Kirchner que "en un marco de confianza en la situación actual y en el futuro, el mundo empresarial tiene bases para confiar y desarrollar su actividad" en Argentina, con la seguridad de que se trata de una "apuesta estratégica" y dispuesto a soportar los avatares negativos.

El Rey reiteró, además, "la voluntad española de contribuir al desarrollo y a que el país salga de la crisis, y de abrir perspectivas para nuevos campos en la relación bilateral basados en la confianza en el futuro y en la existencia de un Gobierno democrático".

Tras el foro hispano-argentino, los Reyes viajaron a la Patagonia para realizar una visita turística a los glaciares con el matrimonio Kirchner. La cena que seguiría a la visita, aunque se preveía una participación de más de 100 personas, estaba calificada de "íntima", por lo que no habría discursos.