Los 'grandes' abordan reformas
Las principales economías de la zona euro han emprendido ya, o están a punto de hacerlo, importantes reformas de sus sistemas de pensiones para paliar futuros desequilibrios financieros debido al envejecimiento de sus poblaciones. Son éstos los países que ya han acometido nuevos proyectos y algunas de las iniciativas que encierran.
Francia: hoy, por cada diez empleados hay cuatro pensionistas. En 2040, la relación será de diez a siete. La reforma prevista va en tres direcciones: posponer la edad de retiro, aumentar la población activa y reducir el porcentaje del producto interior bruto (PIB) relativo a pensiones. El periodo de cotización de los funcionarios para acceder a la pensión completa pasa de 37,5 años a 40 (progresivamente entre los años 2004 y 2008) y a 41,75 en 2020. En el futuro, la jubilación con pensión completa ya no será posible antes de los 65 años, pero habrá más medidas para favorecer el empleo a mayores de 55 años. París calcula que en 2020 habrá entre 250.000 y 450.000 trabajadores más gracias a la reforma y, a la vez, se ahorrará ese año entre 4.300 y 5.300 millones de euros.
Alemania: en 2001 ya puso en marcha una tímida reforma, y ahora el Gobierno intenta otra más profunda. Las pensiones quedarán congeladas el año que viene y en 2005 se fijará un baremo diferente al actual y acorde con un programa que asegura el futuro equilibrio presupuestario. Los pensionistas tendrán que pagar enteramente una cuota o seguro de dependencia del que hasta ahora sólo entregaban el 50% (la cuota es el 1,7% de la pensión). La edad media de jubilación, hoy en los 60 años de media, no se ve afectada, pero no se descarta que aumente en los años siguientes.
Austria: las pensiones se calcularán sobre 40 años de cotización, y no sobre 15 como ahora. La jubilación anticipada queda prohibida. La edad mínima de retiro pasa a los 61,5 para los hombres y a los 56,5 para las mujeres, pero la normal será de 65 años y de 60, respectivamente. Cada año de menos supondrá una rebaja de la pensión del 4,2% anual.
Italia: la reforma prevé aumentar en cinco años (de 60 a 65) la edad de jubilación, fomentar los planes privados de pensiones y rebajar las ventajas de los funcionarios a la hora de acceder al retiro.
Finlandia: se elimina la jubilación anticipada, y la edad mínima para el retiro a tiempo parcial pasa de los 56 a los 58 años. La jubilación con pensión máxima será a los 68. Cada año de menos supondrá una rebaja del 4,5% en la pensión, pero el cálculo se realizará de acuerdo con todos los años cotizados, y no con el de los diez últimos. Desaparece el concepto de pensión máxima, cifrada ahora en el 60% del salario.
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