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Entrevista:JOSEP PIQUÉ | Candidato del Partido Popular | ELECCIONES EN CATALUÑA

"El cemento que une a CiU se romperá cuando pierda el poder"

Carlos E. Cué

Ex comunista, trabajó en una consejería de la Generalitat controlada por ERC y dicen los que le conocen que Josep Piqué (Vilanova i la Geltrú, 1955), incluso en las generales de 1996, siguió votando a CiU. Poco después, José María Aznar lo fichó para colocarlo luego en distintos ministerios, y ahora lo ha enviado a Cataluña para tratar de hacer crecer un partido que sigue siendo muy pequeño en esta comunidad.

Pregunta. Al PP se le considera más de derechas en Cataluña que en el resto de España. ¿Por qué?

Respuesta. Hemos cometido errores, y hay razones históricas, pero sobre todo es por la conjunción de las estrategias de las otras fuerzas, interesadas en presentar al PP como el enemigo común.

"En lo conceptual hay coincidencias entre lo que plantean Mas e Ibarretxe"
"La Generalitat se va a convertir cada vez más en una especie de oposición al Gobierno"
"No creo que a nadie le guste pagar impuestos, pero es una obligación cívica"
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P. ¿Cuáles son las razones históricas?

R. El desmoronamiento de la UCD marcó el mapa político y su espacio se repartió entre el PSOE y el PP. Eso en Cataluña no sucedió porque en ese momento Alianza Popular apenas tenía presencia. Ese espacio lo recogió Pujol. El PP ha sido durante mucho tiempo un partido extramuros, pero esto va a cambiar.

P. ¿Y si el cambio que usted representa aleja a los votantes más a la derecha del PP?

R. No lo creo. Nuestro electorado tradicional sabe que defendemos mejor que nadie sus intereses. Son gente que no contrapone la idea de España y de Cataluña.

P. Ustedes critican la gestión de CiU, pero han apoyado sus presupuestos ocho veces.

R. Queríamos mantener los compromisos de estabilidad. Hace tiempo que CiU se alejó de sus postulados tradicionales en política exterior, económica o antiterrorista. Esa experiencia ha dado de sí lo que podía dar. Si tenemos la posibilidad de apoyar el Gobierno, estaremos dentro. La colaboración externa que hemos tenido hasta ahora acabó.

P. ¿El no a la guerra de CiU marca un antes y un después?

R. Es antes. Ya fueron incapaces de votar la ilegalización de Batasuna. Las actitudes de CiU en el Prestige también demostraron que se han subido desde hace mucho tiempo al oportunismo.

P. Si pierde CiU, ¿se hundirá?

R. Se ha construido sobre dos pilares. Uno es el hiperliderazgo de Pujol, que se va. El otro es el abrigo del poder. Si lo pierde, se queda sin pilares. A partir de ahí...

P. Aparecen ustedes.

R. Nos queda un largo camino político, pero podemos conseguir muchas cosas. Buscamos ocupar el centro político.

P. Sustituyendo a CiU.

R. Y al partido socialista. Eso es lo que hemos hecho en España. Lo que pasa es que allí nuestra única frontera es el PSOE y aquí tenemos dos: el PSC y CiU.

P. La semana pasada Josep López de Lerma, diputado de CiU, de forma muy simbólica presentó una conferencia de Mariano Rajoy. ¿Además de los votantes de CiU, se quieren llevar también a los dirigentes?

R. Es evidente que nos dirigimos al voto convergente moderado. Yo no le voy a negar convicciones a Pujol, que es un nacionalista convencido y consecuente. Pero creo que CiU se ha ido conformando como una fuerza política de aluvión con un cemento que es el disfrute del poder.

P. Y si pierde el poder...

R. Evidentemente, ese cemento que les une se romperá.

P. Y ustedes estarán allí esperando.

R. Estaremos trabajando.

P. ¿Por eso dicen que éstas no son sus elecciones, que su momento llegará dentro de cuatro años?

R. Son importantes. Necesitamos un buen resultado para seguir con una estrategia a largo plazo. Además, después hay unas generales claves. Si seguimos así, dentro de cuatro años puede haber un cambio político que marcará una generación entera. Veintitrés años son demasiados. Hacen falta aires nuevos, pero lo que pasa es que las alternativas que tenemos por delante generan inquietud. No creo que un Gobierno heterógeneo de la izquierdas con Maragall, Carod y Saura ofrezca confianza para seguir creciendo y creando prosperidad. Claro que la alternativa sería un Gobierno de ERC con una CiU cada vez más radicalizada. El Gobierno de la Generalitat se va a convertir cada vez más en una especie de oposición al Gobierno de España, un papel que no le corresponde. Por eso digo que la única manera de salir de ahí es que el PP sea fuerte y poco a poco, aunque espero que ese poco a poco sea lo más rápido posible, ocupe la centralidad política.

P. ¿No cree que sus críticas a CiU benefician a la izquierda?

R. Quien está en el Gobierno es CiU. Esto a veces se comprende poco en Madrid.

P. Sí, pero con su apoyo.

R. Son ellos quienes tienen la responsabilidad de gobierno. Por eso tenemos que criticarles. A nadie le puede extrañar que concentremos nuestros reproches en ellos.

P. ¿Les hará daño el voto útil?

R. Todo el mundo creía que el voto se concentraría en las dos fuerzas políticas que pueden gobernar. Pero las encuestas dicen que pierden apoyos. La gente acude más a las posibles combinaciones.Los indecisos deben saber que pueden hacer fuerte al PP para que gobierne con CiU.

P. Eso es casi imposible, tanto que Pujol dice que es un desperdicio votar al PP.

R. En política no hay nada fácil. Pero cuando las cosas se hacen con determinación, se consiguen los objetivos. Lo que es un desperdicio es votar a CiU, que, si pasa a la oposición, será casi seguro tercera fuerza política en las generales. Cada vez tendrá menos relevancia.

P. ¿No les perjudica estar en contra de la mayoría en la reforma del estatuto?

R. Es el estatuto de todos. No nos parece bien sustituir eso por planteamientos que son de partido. Las instituciones son de todos. Haber mantenido esto sin complejos,huir de debates esencialistas, nos ha llevado hacia una campaña donde se habla de lo que interesa de verdad a la gente. Por eso hacemos actos sectoriales y propuestas concretas.

P. ¿Por qué está tan instalada la idea de que el Gobierno perjudica a Cataluña con la inversión en infraestructuras?

R. Si todos los partidos hacen un discurso de este tipo y encima tiene una gran repercusión mediática, se logra instalar una falsedad.

P. AVE aparte, las inversiones han bajado.

R. Eso no se puede decir. La inversión en alta velocidad es tan importante como cualquier otra. En Madrid también se hace el AVE. En Cataluña hay más kilómetros y eso distorsiona el cálculo, pero también se podría decir que en Madrid no hay puertos.

P. La vinculación entre la situación vasca y catalana que hizo Mayor Oreja no es exclusiva de él, también Aznar la ha llegado a insinuar. ¿Cómo combate esa idea?

R. Siempre digo que es muy malo expresar desde Cataluña una extraña fascinación por lo vasco. Pero las comparaciones tienen que ver con la realidad. En lo conceptual, hay coincidencias entre lo que plantean Mas e Ibarretxe, pero afortunadamente para la sociedad catalana hemos seguido un modelo muy distinto al vasco. Allí hay coacción a las libertades y violencia, aquí no.

P. ¿Esa diferencia la ven tan clara todos los dirigentes del PP?

R. Desde luego la dirección del PP entendió nuestros planteamientos cuando los expusimos. Pero no hay que olvidar el coraje y la capacidad de sacrificio del PP, y del PSOE, en el País Vasco, donde han sufrido mucho.

P. ¿Cree que hay una componente personal en la intervención de Mayor Oreja?

R. Jaime Mayor es un hombre de enormes cualidades y coraje. que ha tenido que vivir situaciones muy difíciles. Estas declaraciones quedarán en lo anecdótico y no empañarán su trayectoria.

P. Pero hubiera preferido que las hiciera en otro momento, ¿no?

R. Nosotros siempre hemos dicho que esta campaña no es el momento para tener debates esencialistas. Cualquier cosa que distorsione esa orientación no nos conviene. Pero no puedo negarle a nadie el derecho a decir lo que piensa.

P. ¿Cree que la dureza del discurso de Aznar también incorpora votantes, sobre todo jóvenes, a ERC?

R. Hay un segmento de la población al que no le gusta el presidente. Pero también estoy convencido de que Aznar suma más de lo que resta. Además, son CiU y su Gobierno los que legitiman el discurso de Carod al decir, tras 23 años gobernando con el estatuto, que ya no vale. La campaña le está saliendo muy barata a ERC, porque se la hace CiU. Con ayuda, por cierto, del PSC, que también pide la reforma.

P. ¿Entonces le beneficia que venga cinco veces?

R. Hay que distinguir entre las veces que viene a un acto de partido y las que acude como presidente del Gobierno. Aznar siempre ha venido mucho a Cataluña.

P. Compare a Maragall y a Mas.

R. Maragall tuvo su momento de gloria en los Juegos Olímpicos, pero no ha sabido transmitir la idea de país que tiene en la cabeza, no se le entiende muy bien. A mí me resulta inquietante. Mas se ha cuajado una imagen de gestor eficiente, que no decía tonterías. Pero ahora hemos descubierto que su capacidad para decirlas supera lo imaginable. Ha perdido solvencia.

P. ¿Qué propone para resolver la delincuencia?, ¿la vincula a la inmigración?

R. La respuesta tiene que ser no sólo represiva. Hemos tardado demasiado en proceder a las reformas. Yo creo que hay que vincular la inseguridad a la inmigración ilegal. Hay un gran debate sobre los medios de la policía, las cárceles... No hay una solución mágica.

P. Usted quiere bajar impuestos, y Ruiz-Gallardón subirlos. ¿Quién tiene razón?

R. Es evidente que el PP baja los impuestos. Le agradezco al alcalde de Madrid que haya rectificado sus planes, que habían sido mal interpretados. Además, no es lo mismo subir un impuesto municipal en Madrid, que tiene los más bajos de España, que en Cataluña. Gallardón ha dado las explicaciones que le pedíamos. Yo, desde luego, si tengo responsabilidades de gobierno, bajaré los impuestos.

P. Ustedes quieren bajar impuestos y no piden más financiación, así que quieren hacer muchas cosas con mucho menos dinero.

R. No es cierto. Una política inteligente de bajada de impuestos aumenta la recaudación. Se genera más riqueza. Si se hace bien, supone más dinero. La financiación ya se ha pactado, y es una frivolidad discutirla otra vez.

P. ¿Cree que la decisión de Ruiz-Gallardón desató una crisis en el PP?

R. Yo creo que el partido ha dado muestras más que sobradas de cohesión interna. Lo de esta última semana ha sido anecdótico. Me gustaría, como demócrata, que el PSOE o CiU tuvieran la misma coherencia.

P. Pase lo que pase, ¿se quedará cuatro años sentado en el Parlament?

R. Yo he hecho una apuesta personal y política. Creo que el PP puede desempeñar un papel clave en el futuro de Cataluña. Voy a ser consecuente con eso.

P. O sea, ¿sí o no?

R. Voy a ser consecuente con eso, lo que, en principio, pasa por hacer mi labor desde aquí.

P. ¿Puede hacer una promesa?

R. Un compromiso. Es evidente que en política las cosas no dependen de uno mismo. A lo mejor mis compañeros me piden que me vaya a casa. Espero que no.

P. ¿Se quedará aunque sea la segunda fuerza de la oposición?

R. Ya veremos lo que pasa. Sólo se llega al Gobierno después de estar en la oposición. No se puede pensar sólo en el corto plazo.

"Mi piso costó 100 millones en 1993, ahora no sé"

Pregunta. ¿Cuándo ha sido la última vez que ha cocinado y qué ha hecho?

Respuesta. Hace unos días. Era fácil. Cené unas patatas fritas y un frankfurt.

P. Si tuviera un hijo de 18 años en paro, ¿le aconsejaría acudir a una ETT?

R. ¿Por qué no? Lo importante es que la gente trabaje. Es obvio que es preferible un empleo estable, pero tengo la fortuna de poderles decir a mis hijos que si tienen 18 años aún hay margen para completar su formación.

P. Si un hijo le dijera que no quiere estudiar, ¿le aconsejaría un oficio?, ¿cuál?

R. El que prefiriera. Yo he procurado no interferir en sus opciones vitales.

P. ¿Cuál es la última película que ha visto?

R. Sé que no me hace políticamente correcto, pero hace mucho tiempo que no voy al cine.

P. ¿La última que le gustó mucho?

R. Hace tanto tiempo que hasta me da vergüenza, pero siempre recuerdo como una gran película La guerra de las galaxias.

P. ¿Qué haría si le diagnosticaran un cáncer y le dieran dos meses de vida?

R. No lo sé, esa reflexión sólo es posible hacérsela seriamente si sabes que es verdad. Probablemente procuraría dejar las cosas bien resueltas y quedarme en paz conmigo mismo.

P. ¿Cuántas veces se ha enamorado?

R. (Larga risotada). Enamoramientos de adolescencia hay muchos, pero hace muchos años que estoy enamorado de mi mujer.

P. ¿Le votarían sus ex?

R. No lo sé, han pasado ya tantos años... Les he perdido la pista a la mayoría de ellas.

P. ¿Le gusta pagar impuestos?

R. No. No creo que a nadie le guste, pero es una obligación cívica. Tampoco podemos molestarnos demasiado porque sabemos que hay que hacerlo.

P. ¿Cree que paga demasiados?

R. Me parece que ahora no. No sólo yo, sino la mayoría de los ciudadanos hemos pagado en ciertas circunstancias demasiado para los servicios recibidos.

P. ¿Le gustaría votar en listas abiertas?

R. Al margen de lo que puedan ser las reflexiones políticas, como votante sí me gustaría.

P. ¿Cuánto va a costar su campaña electoral?

R. Unos 500 millones de pesetas, dentro del límite legal.

P. Si tuviera una hija de 17 años embarazada sin querer, ¿le aconsejaría que abortara?

R. Hablaría con ella. Después intentaría aconsejarla. Pero no puedo anticipar cuál sería el consejo.

P. ¿Cuántas horas trabaja al día?

R. La de Dios

P. ¿Y cuántas dedica a la familia?

R. Muchas menos de las que debiera.

P. ¿Qué relaciones personales tiene con la inmigración?

R. Muy pocas, ninguna. Pero creo que conozco bastante bien el fenómeno por mis anteriores responsabilidades políticas.

P. ¿Y le parece más un peligro o una oportunidad?

R. Si hacemos las cosas bien, una oportunidad.

P. ¿Cuáles son sus poetas preferidos?

R. Bertolt Brecht, Espriu y Miguel Hernández.

P. ¿Qué coche tiene?

R. Un Alfa Romeo de hace 15 años.

P. ¿Cuál es el precio de mercado de su vivienda?

R. Hace tanto tiempo que no me ocupo de estas cosas, que no sabría decirlo. En 1993, cuando yo estaba aún en el sector privado, la compramos por unos 100 millones, con una hipoteca a 15 años. Ahora no sé lo que valdrá.

P. ¿Tiene segunda residencia?, ¿dónde?

R. Sí, tengo una en la Cerdanya

P. ¿Dónde pasó las últimas vacaciones?

R. Allí.

P. ¿Tiene bombillas de bajo consumo?

R. Pues creo que no.

P. ¿Tiene un seguro médico privado?

R. No

P. ¿Ha visto alguna película pornográfica?

R. Sí (larga carcajada). Pero hace mucho tiempo.

P. ¿Qué importancia le da a la sexualidad?

R. Es un elemento fundamental en la vida de las personas. Sobre eso tengo pocas dudas.

P. ¿Habla de ello con sus hijos?

R. A veces.

P. ¿A qué escuela van?

R. Privadas concertadas. La mayor está en la universidad pública.

P. ¿Que político del siglo XX considera su referencia personal?

R. Churchill. Ya sé que forma parte del tópico, pero como lo vengo diciendo hace tiempo, antes de que se pusiera de moda [en referencia a Artur Mas], insisto.

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