El aparcamiento de la plaza de Oriente
Que el Ayuntamiento de Madrid incumpla las promesas que hace respecto a las filtraciones de agua que padecemos es lamentable. Que la mayoría de las arquetas de los paseos de la emblemática plaza de Oriente se limpien sufragando nosotros el coste es intolerable. Que las reuniones mantenidas con representantes municipales sean una pérdida de tiempo, es indignante... Pero que el mantenimiento y consumo de gasóleo del enorme grupo electrógeno con que se restituye el suministro de electricidad del túnel de la calle de Bailén cada vez que éste falla (y pasa con más frecuencia de lo se pueda pensar), sea asumido por los bolsillos particulares de los titulares del aparcamiento de residentes de la plaza de Oriente, con conocimiento de las autoridades, es un gesto de tal desidia y abuso municipal, que descalifica no sólo al anterior equipo, sino también al actual.
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