Palacio anuncia que España permanecerá en Irak "el tiempo necesario"

Ana Palacio cambió ayer los planes de su viaje a Irak para visitar a los soldados españoles destacados en Diwaniya. La ministra de Exteriores reconoció nada más aterrizar en Base España que traía dos mensajes para ellos, uno de reconocimiento del Gobierno, y el otro: que se siente orgullosa del trabajo que realizan. Palacio no quiso poner fecha a la duración de la misión. "Estaremos aquí el tiempo que sea necesario", subrayó.

"Es un viaje que estaba planeado hace tiempo, pero que los últimos días se le han añadido otros objetivos", reconoció la jefa de la diplomacia a los informadores. Entre ellos, estará "la visita a las obras de aseguramiento de la nueva cancillería", cuya localización se mantiene en el más estricto secreto entre los funcionarios y empleados locales. La ministra anunció que mientras duren las obras de rehabilitación, la cancillería permanecerá cerrada. Ese comentario resulta antagónico con la versión del cónsul, Pablo Rupérez, que asegura que mientras siga en Bagdad la embajada prestará servicio a los españoles residentes en Irak.

Palacio acudirá esta mañana al edificio escogido para la nueva sede pero, según precisó, el jefe de la Oficina de Información Diplomática, Juan María Alzina, "sin la presencia de la prensa por razones de seguridad".

Razones de seguridad fueron también las esgrimidas por fuentes de su comitiva para justificar el silencio mantenido hasta el último momento sobre el desarrollo del viaje. El plan inicial preveía una escala en Ammán. Sin embargo, a primera hora del sábado el destino del avión de la ministra y sus acompañantes fue Basora. Desde esa ciudad portuaria del golfo Pérsico, dos helicópteros Super Puma trasladaron a la delegación hasta Diwaniya, donde llegaron poco antes de las seis de la tarde (16.00 hora peninsular española).

En contra de lo habitual, el helicóptero de escolta se posó sobre el helipuerto antes que el aparato que trasladaba a la ministra. "Para despistar al moro", comentó jocoso un oficial, mientras los altos mandos formaban para darle la bienvenida. Además del general Alfredo Cardona, jefe de la Brigada Plus Ultra y responsable de la base, estaba presente el también general Ricardo Martínez-Isidoro, número dos de la División Multinacional bajo mando polaco en la que está encuadrada la Brigada Plus Ultra. "Venir a Irak y no venir a Diwaniya, no tenía ningún sentido", declaró Palacio tras saludar a los oficiales. La ministra aprovechó la pregunta de un periodista sobre si la presencia de las tropas españolas va a ser indefinida para defender que están aquí "de acuerdo con las resoluciones del Consejo de Seguridad, y el llamamiento de la ONU para contribuir a la pacificación y estabilización de Irak". "En ese contexto, estaremos aquí el tiempo que sea necesario, que esperamos que no sea demasiado largo", añadió.

Palacio insistió en que no hay un plazo fijado y que una eventual reducción del número de soldados sería en todo caso una cuestión técnica. Y subrayó: la voluntad de todos es "devolver sin demora la soberanía al pueblo iraquí; entendemos que ese proceso está en marcha, es lo que hemos apoyado en el Consejo de Seguridad y lo seguimos apoyando".

La ministra se alojó en la habitación de invitados de la base y que uno de los oficiales describió como "espartana". Antes de acabar el día se entrevistó con el general Cardona.

Por su parte, el viceministro polaco de Defensa, Janusz Zemke, admitió ayer en la radio pública de su país que Polonia está dispuesta a entregar el mando de la División internacional de estabilización en el sector centro-sur de Irak a partir de mediados del año que viene. Zemke citó a España como posible candidata a asumir el mando.