Annan elige a los 16 expertos que dirigirán la reforma de la ONU
Destituido el jefe de las operaciones en Irak
Apartada del proceso de reconstrucción de Irak, la ONU ha entrado en una fase de análisis y autocrítica. Su secretario general, Kofi Annan, nombró ayer a un panel de 16 expertos que se encargarán de presentar un programa de reformas para modernizar la veterana institución y fortalecer su papel en un mundo unipolar dominado por una hiperpotencia, Estados Unidos. Annan también decidió suspender a dos de sus funcionarios encargados de Irak, por los fallos que se cometieron al proteger la sede de la ONU en Bagdad.
El panel, a cargo del ex presidente de Tailandia Anand Panyarachun, está compuesto por altos funcionarios de 16 países, entre ellos Robert Badinter, ex ministro de Justicia francés; el uruguayo Enrique Iglesias, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo; Gro Harlem Brundtland, ex primera ministra de Noruega; Yevgueny Primakov, ex primer ministro ruso; Bent Scowcroft, que fuera consejero en temas de seguridad del presidente estadounidense Gerald Ford; Quian Qichen, ministro de Exteriores chino, y el egipcio Amr Musa, secretario general de la Liga Árabe.
Annan esperaba contar con presencias más relevantes, pero "no ha habido muchos candidatos para analizar un tema tan complicado y de escasa solución", apuntaba una fuente diplomática.
El nuevo órgano, que tiene algo menos de un año para presentar sus primeras conclusiones, tendrá tres objetivos: determinar los grandes problemas que amenazan la paz y la seguridad internacionales; identificar la contribución que podría aportar la ONU a estos retos y elaborar una estrategia común y recomendar las reformas que debería llevar a cabo la veterana organización para ser más efectiva.
Mole burocrática
Deberá, ante todo, formalizar todas las ideas que flotan desde hace más de una década por los pasillos de Nueva York sobre cómo ampliar el Consejo de Seguridad y hacerlo más representativo y cómo agilizar la mole burocrática.
"El año pasado se agrietaron los pilares de la seguridad colectiva y se perdió la confianza en la posibilidad de responder conjuntamente a nuestros problemas comunes", dijo ayer Annan en un comunicado, "También se pusieron de manifiesto las profundas diferencias que existen sobre la naturaleza y el alcance de los retos a los que nos enfrentamos".
Irak ha desvelado las profundas carencias de la ONU frente a la política unilateralista de ataques preventivos concebida por el Gobierno del presidente George W. Bush tras los atentados del 11-S. "Hemos llegado a una encrucijada, este momento no es menos decisivo que 1945, cuando se fundó Naciones Unidas", subrayaba Annan hace dos meses en el discurso de apertura de la Asamblea General.
Annan decidió ayer suspender a dos altos funcionarios, su representante en Irak, Ramiro Lopes da Silva, y el responsable de seguridad de toda la organización, Tun Myat, un abogado de Myanmar, a la espera de determinar responsabilidades por los errores cometidos en el sistema de seguridad de la sede de Bagdad antes del atentado del pasado 19 de agosto, el más grave jamás cometido contra Naciones Unidas, en el que perdieron la vida 22 personas, incluido el enviado especial, Sergio Viera de Mello.
Podrían rodar más cabezas. Hace unas semanas, un informe elaborado por el ex presidente finlandés Martti Ahtisaari criticó duramente la falta de medidas de seguridad para proteger a los empleados de la ONU no sólo en Irak, sino en todas las zonas de conflicto. En una carta a los 25.000 funcionarios, Annan reconoció que se habían producido "graves fallos".
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