Alud de críticas a Pujol tras admitir trampas en los conciertos escolares

Jordi Pujol ha abierto la caja de los truenos. El presidente de la Generalitat recibió ayer un alud de críticas por reconocer que su Gobierno "hace trampas" para mantener la enseñanza concertada. Aunque Artur Mas salió ayer en su defensa, lo cierto es que las declaraciones de Pujol causaron gran escándalo en la comunidad educativa, y el sindicato USTEC-STEs anunció que pedirá a la fiscalía que investigue estas supuestas irregularidades. Las "trampas" se referían, sin mencionarlo, a que el Ejecutivo autónomo hace la vista gorda ante el cobro ilegal de cuotas por parte de centros concertados que reciben subvenciones.

Durante un almuerzo con representantes de centros privados concertados, celebrado el pasado lunes, Pujol explicó que la Generalitat y, en general, todos los agentes del sistema de enseñanza hacen "un poco de trampa" para garantizar la supervivencia económica de dichos centros, ya que si desaparecieran el sistema público "se colapsaría".

Las declaraciones de Pujol, registradas por periodistas presentes en el acto, han causado malestar en medios educativos, en los que el desequilibrio entre la doble red de enseñanza -la pública y la privada- y las supuestas irregularidades de algunos de estos centros son objeto de amplio debate.

Los miembros del Gobierno catalán salieron ayer en defensa del presidente, aunque con argumentos contradictorios. Así, el candidato de CiU, Artur Mas, intentó enderezar el entuerto y afirmó que Pujol "no hizo esas declaraciones", y que se refería en realidad a que la Generalitat podía invertir más en el sistema público "gracias a que tenemos una escuela concertada", dijo Mas, "en la que los alumnos nos cuestan la mitad que en la pública". Felip Puig, portavoz de Gobierno catalán, explicó en cambio que las afirmaciones de Pujol eran fruto de "una expresión coloquial", y que "no se debe olvidar que la prioridad de la Generalitat es potenciar la escuela pública".

Denuncia

A pesar del esfuerzo de CiU, las palabras de Pujol han sentado muy mal en la comunidad educativa. Raimon Guilera, presidente de la Asociación de la Federación de Padres de Alumnos de Cataluña (FAPAC), afirmó: "Pujol ha acabado dando la razón a quienes desde hace tanto tiempo criticamos la política de apoyo a los centros concertados en detrimento de los centros públicos", y que con las declaraciones del presidente "todos salimos perdiendo".

Desde UGT -sindicato mayoritario en los centros concertados-, Jaume Graells mostró su "sorpresa e indignación" y subrayó que "en todo caso" tales trampas "las comete la Administración permitiendo que se cobre dinero de manera ilegal y recortando recursos públicos".

En un comunicado, CC OO subrayó que "es escandaloso que el presidente, que ha de velar por el cumplimiento de las leyes, admita haber hecho trampa para favorecer a ciertos sectores", al tiempo que señaló: "Difícilmente podrán transmitirse valores éticos desde la escuela, cuando la institución que encarna el poder trivializa estos valores". El sindicato USTEC fue más allá y anunció que cursará una denuncia ante la fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) para que investigue al Departamento de Enseñanza por tales "trampas".

En el ámbito político, todo fue más templado. El candidato del PSC, Pasqual Maragall, en un mitin precisamente sobre educación, rehuyó comentar las palabras de Pujol y manifesto su "respeto" por la escuela privada concertada. No obstante, Maragall declaró que "un país va bien si la escuela pública va bien", por lo que el sistema concertado con dinero público "debería asumir parte de estos problemas".

El candidato de Esquerra Republicana de Cataluña rehusó también hacer declaraciones. En cambio, Joan Saura, candidato de ICV-EUA, advirtió de que algunos centros privados concertados "no sólo hacen trampas económicas", sino que también hacen "una selección adversa de alumnos por motivos religiosos o por ser inmigrantes".