'Dead End' hace un retrato terrorífico en la pantalla de las relaciones de familia
El filme compite hoy con 'Anatomie 2' por el premio del Público de la Semana donostiarra
Jean-Baptiste Andrea y Fabrice Canepa se plegaron a la voluntad de sus padres y estudiaron comercio, pero su verdadera vocación era el cine. Quizá por eso han hecho de su primera incursión cinematográfica, Dead End, una metáfora terrorífica de la falta de comunicación entre los miembros de una familia. La película, premiada y avalada por los críticos especializados, se proyecta hoy dentro de la 14ª Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián.
Andrea y Canepa se han tirado de cabeza a hacer cine, sin pasar por los cortometrajes. La primera vez que se han puesto detrás de la cámara ha sido para rodar Dead End, un thriller de bajo presupuesto que se sitúa a medio camino entre lo sobrenatural y la realidad. La misteriosa aparición de una mujer de blanco en una carretera secundaria de Estados Unidos quiebra la falsa armonía de una familia, dispuesta a hacer teatro y escenificar la felicidad en una cena de Navidad. "Todos hemos vivido discusiones, insultos y riñas familiares", pero muy pocos, tan terroríficos como las de los Harrington.
Los cineastas han optado por situar a los protagonistas del filme, protagonizado por Ray Wise (Dallas, Los Colby,...) en una situación límite. "Desde el principio tuvimos claro que queríamos hacer una película de terror", afirmaron. "Si llevas el miedo hasta el extremo provoca la risa, el humor negro, y nosotros queríamos explorar esa frontera que separa el pánico del humor y hacer una película que tuviese mucha fuerza".
Canepa y Andrea no buscaban hacer un retrato del miedo, sino de sus consecuencias. Lo consiguen con la aparición de la dama de blanco, la muerte, que destapa todos los secretos y frustraciones de los miembros de la familia Harrington. La enorme brecha que les separa se hace entonces evidente.
Dead End, rodada en Los Ángeles en 18 días, es una de las propuestas más destacadas del programa de hoy de la sección oficial de la Semana de Terror. Compite con House of the dead, de Uwe Boll, por el premio del público, dotado con 6.000 euros, y con Anatomie 2, de Stefan Ruzowitzky, más que una simple secuela de uno de los mayores éxitos de los últimos años en Alemania. "Es más un thriller que una película de terror, hay más acción, una ambientación más contemporánea y nuevos protagonistas", dijo ayer su director.
Anatomie 2, producida por la Columbia, narra la historia de un joven doctor que llega con grandes ideas a un hospital de Berlín. Entra a formar parte de un grupo de investigadores que tratan de desarrollar filamentos de músculo artificiales. Realizan peligrosos experimentos, jugándose su salud. El proyecto se ha cobrado más de una víctima y el protagonista trata de salir... "El género es un vehículo muy interesante para desatar y expresar emociones y dramatismo", agregó Ruzowitzky.
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