Los ordenadores en la enseñanza

¿Qué pensaríamos de una persona que se compra un carísimo coche pero que no tiene dinero para echarle gasolina y que se pasa el día presumiendo ante los amigos de su fabulosa adquisición? Pues esto es lo que está ocurriendo en Extremadura con la cuantiosa inversión en ordenadores para toda la red de enseñanza. En Jaraíz, y me imagino que como en todas partes, el sistema aún no se ha puesto en funcionamiento. A saber, la red eléctrica del centro no tiene suficiente potencia, las líneas telefónicas son un desastre y, lo peor de todo, la oposición por parte de los profesores al sistema es manifiesta; ni están preparados ni hay contenidos para impartir las materias. En dicho centro hay goteras, no hay calefacción y faltan varios profesores que a estas alturas de curso aún no se han incorporado; pero eso sí, tenemos ordenadores en todas las clases, apagados, pero los tenemos, y estamos dando lecciones al mundo entero de lo que somos capaces. Hemos empezado la casa por el tejado.

Acabo de leer un artículo de Günter Grass donde manifiesta que en Alemania, en los colegios de los barrios pobres y marginales, están instalando ordenadores; en los colegios de los mejores barrios y en los privados contratan profesores. Pues eso.