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Reportaje:

El dinero de la memoria

Un hombre reclama ahora 550 pesetas que el Ayuntamiento de Almuñécar (Granada) requisó a su abuela en 1938

Javier Arroyo

"Fondo de papel moneda puesto en circulación por el enemigo. Número 23". Ése es el título y número del recibo con el que Expectación Nocete González perdió toda posibilidad de comprarse una casa nueva allá por el año 1938. A Expectación le obligaron el 22 de octubre de ese año a entregar todos sus ahorros en el Ayuntamiento de Almuñécar, un pueblo en la costa de Granada.

Eran tiempos de guerra y de nuevos alcaldes en los pueblos. También de nuevas leyes apresuradas. Los ahorros de quienes estaban en el bando republicano quedaban convertidos en papel mojado, quedaban reducidos a la nada. Como las 550 pesetas con las que Expectación pensaba comprarse una nueva vivienda. Se esfumó en la alcaldía a cambio de un recibo. El recibo número 23.

El municipio replica a la famillia que acuda al juzgado para demandar el dinero

La familia reclama ahora el dinero. Han pasado 65 años, y recuerda que las 550 pesetas de entonces son miles de euros hoy. El Ayuntamiento de Almuñécar, gobernado por el Partido Andalucista, le ha respondido que si quiere la restitución de sus 550 pesetas "o de su valor actual equivalente" deberá acudir al juzgado y solicitarlo por la vía contencioso-administrativa.

Expectación Nocete se quedó viuda el 31 de agosto de 1937. Su marido, Antonio Coca Sabio, era cabo del ejército republicano. Fue detenido en Almuñécar por las autodenominadas tropas nacionales, trasladado a Granada y muerto por un pelotón de fusilamiento. Tenía 51 años.

Sin dinero y en el bando de los perdedores, la viuda tuvo que poner a sus hijos a trabajar; ella buscó empleo en las tierras de una familia del pueblo. Todos sus ahorros, su próxima casa, los perdió en el requiso del 22 de octubre de 1938. Sólo le quedó un recibo.

En 1991, 53 años después de aquella pérdida, Juan Carlos Plaza Coca, nieto de Expectación y Antonio, decidió utilizar el documento y reclamó su dinero. No importaba cuánto tiempo hubiera pasado, el dinero debía volver a la familia. Con ese fin se dirigió al Ayuntamiento de Almuñécar. Juan Carlos, residente en Alicante, menciona que además de recuperar el dinero, su intención es que se reconozca públicamente la tropelía cometida por los franquistas al requisar el dinero de los republicanos.

Juan Carlos apunta que otras familias se pueden unir a su iniciativa. Si ellos tienen el recibo con el número 23, eso significa que al menos hubo otras 22 personas a las que también se les requisaron sus ahorros. La petición de la devolución de aquel dinero ahora la realiza Plaza porque entiende que el recibo supone, "aunque sea de modo implícito", que la Administración se comprometía a devolver el dinero entregado, algo que no ha ocurrido años después.

Plaza explica que su primera misiva al Ayuntamiento de Almuñécar no tuvo ninguna respuesta. Volvió a repetir su petición meses después y tampoco en esa ocasión, según explica, mereció ninguna atención por parte de las autoridades municipales. El tiempo pasó y la situación quedó un poco estancada.

Juan Carlos, que ha vivido en Londres, desconocía la existencia del Defensor del Pueblo de Andalucía. "Cuando me enteré de que existía y de que, además, sus gestiones obligan a la Administración a responderle, envié mi queja al Defensor del Pueblo".

El 8 de mayo de este año, el nieto de Expectación recibe una carta del Ayuntamiento de Almuñécar que le advierte de que su petición será estudiada y analizada. Como pasa el tiempo y no recibe contestación, Plaza vuelve a acudir al Defensor. Finalmente, las gestiones parecen llegar a algún punto concreto.

El miércoles pasado recibió una carta del Ayuntamiento almuñequero en el que le informaban de su decisión: de devolver dinero por las buenas, nada.

Si quiere la restitución de sus 550 pesetas "o de su valor actual equivalente" deberá solicitarlo por la vía contencioso-administrativa.

El Ayuntamiento, en su escrito, le detalla a Plaza las razones de su negativa. En primer lugar, el Consistorio considera que no hay deuda alguna que conste en los archivos municipales; pero aún en el caso de dar por buena esa obligación del Ayuntamiento hacia la familia, éste considera prescrita la deuda, "por haber transcurrido más de 60 años sin que conste interrupción alguna de la misma". Y, en último caso, faltan algunos documentos legales necesarios para acreditar el vínculo familiar. Así, el Ayuntamiento no está dispuesto a devolver el importe del recibo 23 del "Fondo de papel moneda puesto en circulación por el enemigo".

Esto le abre a Juan Carlos Plaza varias vías inesperadas. Por un lado, la necesidad de acudir al Juzgado a reclamar su dinero; por otro, la posibilidad de recuperar no sólo las 550 pesetas, sino las de conseguir una revalorización de ese dinero a fecha de hoy. Para eso, Plaza tendrá que hacer unos cálculos difíciles que aún no ha hecho. Pero si el valor aproximado es el coste de una vivienda en Almuñécar, el requiso de hace 65 años le puede salir caro al Ayuntamiento almuñequero.

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