Los 'geos' alertaron en junio sobre la inseguridad de la embajada en Irak

Los cuatro policías del Grupo Especial de Operaciones (GEO) que llegaron a Bagdad en mayo denunciaron el 2 de junio, a través de un informe remitido al Ministerio del Interior, la "sangrante falta" de medidas de seguridad de la Embajada española y de la residencia del embajador en Bagdad. El documento, adelantado ayer por la cadena SER, añadió que los trabajadores españoles de la embajada también padecían la falta de seguridad por "vivir aislados, acudiendo a pie a su trabajo".

La denuncia de los policías en Bagdad relataba el peligro de moverse por una ciudad "sometida a conflictos armados directos" con "continuos tiroteos" y controles militares. El informe terminaba con una serie de "soluciones a corto plazo" que el Gobierno no ha tomado hasta cuatro meses después y tras el asesinato de un agente del Centro Nacional de Inteligencia, el sargento primero José Antonio Bernal.

Entre las soluciones figuraba el reagrupamiento del personal español que trabaja en la embajada en un solo edificio con el oportuno servicio de seguridad, un servicio policial en el edificio de la legación y la dotación de vehículos blindados. El Ministerio del Interior propuso a Exteriores duplicar la plantilla de policías en agosto. Un portavoz de Interior aseguró que la propuesta fue rechazada. Ha sido hace unos días, tras el asesinato de Bernal, cuando Interior ha enviado a otros cuatro geos a Bagdad.

Eduardo de Quesada, encargado de negocios de España en Irak desde noviembre pasado tras la dimisión de Fernando Valderrama, será sustituido en breve. El informe de los GEO también denunciaba las difíciles relaciones que mantuvieron los policías con Quesada, al que prestaban protección.