El Palacio de Hielo de Hortaleza se convierte en un centro comercial

La pista de hielo se ha convertido en una excusa para levantar un gran centro comercial en Hortaleza. Esta zona deportiva y de recreo representa sólo el 1,8% de la superficie total del denominado Palacio de Hielo, que se abrirá al público el segundo fin de semana de noviembre. Una gran bolera con 24 pistas, un multicine con 15 salas con capacidad para más de 4.500 espectadores y un gimnasio de lujo privado de 4.500 metros cuadrados son las principales atracciones de este centro, cuya inversión ha rondado los 50 millones de euros.

El nuevo Palacio se encuentra en la confluencia de las calles de Silvano y la avenida de Machupichu. La construcción, que en un principio debería haber tardado sólo 18 meses, se ha demorado más de tres años, según explicó ayer José Luis Bermúdez de Castro, el presidente de Equidosa, la empresa promotora del centro: "Cuando empezamos a vaciar el solar para construir los aparcamientos, nos encontramos con que había un río que nos impedía construir de inmediato". Los arquitectos diseñaron una pantalla para desviar el cauce. La historia del palacio se remonta a 1994 , cuando el Ayuntamiento convocó el primer concurso. Esta historia debería haber durado un año. Pero las cosas se complicaron: el concurso fue declarado desierto. Después fue adjudicada a una aficionada al patinaje, pero le fue desestimada la concesión por no reunir las características requeridas. Equidosa se embarcó en esta operación en 1998, pero exigió al anterior alcalde, José María Álvarez del Manzano, modificaciones del proyecto, que sólo recogía la pista de hielo: "Era un complemento a nuestro proyecto. Necesitábamos dar algo más para atraer al público", señaló Bermúdez de Castro.

La empresa adjudicataria consiguió que el anterior proyecto quedara totalmente remozado e incluyera una amplísima zona comercial distribuida en cuatro plantas. "Hemos hecho un gran esfuerzo inversor. El primer proyecto recogía 700 plazas de aparcamiento, pero al final las ampliamos a 2.000, ya que tenemos expectativas de que vengan miles de visitantes al día", añadió el presidente de Equidosa. Éste presumió ayer de que ha visitado 390 centros comerciales de cuatro continentes para seleccionar lo mejor de cada uno. Los estudios de mercado apuntan a que esta zona será visitada por unos ocho millones de personas al año.

Y, de todo ello, el proyecto inicial se ha quedado reducido a una parte simbólica. La pista de hielo, en la que patinar costará entre 4 y 10 euros, sólo estará abierta de octubre a mayo. Consta de 1.800 metros cuadrados (30 metros de ancho por 60 de largo). El resto del tiempo podrá utilizarse como zona de convenciones, sala de conciertos o cancha para eventos deportivos. "Nos gustaría que aquí se celebrasen pruebas de los Juegos Olímpicos de 2012 si Madrid es designado", añadió Bermúdez de Castro. Fuentes de la oficina de Madrid 2012 recordaron ayer que el Palacio de Hielo es una instalación privada gestionada por particulares durante los próximos 50 años, por lo que actualmente no tiene vinculación municipal.

Denuncia del PSOE

El Grupo Municipal Socialista ha denunciado a la anterior edil de Obras, Elena Utrilla, por supuestas irregularidades en la construcción del Palacio de Hielo. Según explicó la concejal del PSOE Marta Rodríguez-Tarduchy, "los vecinos han perdido un suelo municipal dedicado al deporte en beneficio de intereses privados". La edil recordó que el Plan General de Ordenación Urbana, el documento que rige el urbanismo de un municipio, no incluía este uso privado: "El centro conculca todas las normas urbanísticas establecidas para ese solar deportivo".

Bermúdez de Castro señaló, al ser preguntado por la denuncia del PSOE, que, "desde el punto de vista jurídico, el centro cumple toda la legalidad vigente, ya que el nuevo proyecto fue visado por el Ayuntamiento y aprobado por el pleno municipal". "Todavía estoy esperando a que me cite la fiscalía", añadió.

Centenares de obreros se afanaban ayer en terminar la obra y poner a punto todas las tiendas. El miércoles llegaron a trabajar a la vez 1.800 empleados. El tráfico de la zona era caótico ante las decenas de camiones que descargaban materiales.