De armas tomar
Uno, la capacidad del director Harald Zwart (o de su productor; pero eso es lo de menos) para cargar tanto las tintas sobre la ingenua malignidad de su protagonista como para hacerla virtualmente inocua: peor parados que la muchacha, que al fin y al cabo tiene un proyecto en la vida (absurdo, pero proyecto al fin: vivir en una casa "como la de las revistas", es decir, de un hortera vomitivo) salen todos los machos con los que se cruza, que ante su portentoso físico trocan cerebro por entrepierna, y así les va. Y el segundo elemento positivo de la película es un guión lleno de situaciones desopilantes: un policía gordo, católico y sentimental, un abogado masoquista, un muerto de hambre que se merece casi todo lo que le pasa, un irónico asesino a sueldo con un tupé que para sí querría el mismísimo Elvis...
DIVINA Y PELIGROSA
Dirección: Harald Zwart. Intérpretes: Liv Tyler, Matt Dillon, John Goodman, Michael Douglas. Género: comedia. EE UU, 2001. Duración: 93 minutos.
Divina pero peligrosa es directa, abusa de la casualidad, pero se ve de un tirón; y no es Mrs. Tyler el menor de sus atractivos, con perdón.
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