El PP retiene el escaño que IU persigue, tras el escrutinio de 22.000 papeletas de los emigrantes

El escrutinio de los votos de los madrileños que viven en el extranjero alejó ayer a Izquierda Unida (IU) de la posibilidad de alcanzar un décimo escaño. El PP, como era previsible, fue el partido más votado por los emigrantes: logró el 49,6% de las papeletas, lo que en su opinión "consolida" su 57º escaño. IU obtuvo el 6% de los votos, un apoyo superior al cosechado en mayo entre este colectivo, pero que le obliga a esperar a la revisión definitiva de las actas de las mesas electorales para saber si arrebata un diputado al PP. La participación electoral de los emigrantes aumentó.

El escrutinio del CERA (Censo de Españoles Residentes Ausentes) fue especialmente vigilado por interventores, sobre todo, de IU pero también del PSOE y del PP. Lo que estaba en juego en esta ocasión no era la presidencia del Gobierno regional, como ocurrió el pasado mayo, pero sí el escaño 57º del PP que IU confía aún en arrebatarle.

Tanto los populares como IU han obtenido en esta ocasión más votos de emigrantes que hace cinco meses. El PP ha logrado ahora 11.156 papeletas frente a las 9.911 de entonces, e IU 1.521 frente a las 1.323 del pasado mayo. El PSOE, en cambio, perdió votos: de 8.283 en los anteriores comicios ha pasado ahora a 7.509 (el 33% de los válidos). Los dos partidos verdes sumaron 759 votos y el partido Nuevo Socialismo, fundado por el tránsfuga Eduardo Tamayo, 83 papeletas.

Tras el recuento de la noche electoral del 26-O, IU quedó a sólo seis papeletas de un décimo diputado. Pero tras el escrutinio de ayer esta distancia se ha agrandado, aunque menos de lo que esta formación temía, dado que el voto del madrileño que vive en el extranjero suele ser muy favorable a los populares. Para mantener esa distancia, IU debería haber obtenido un voto emigrante por cada seis del PP, pero se quedó a uno por cada 7,3 populares. Los votos que el PP e IU logren arañar para sí en las correcciones de las actas de las mesas electorales -algunos se traspapelan por errores de transcripción ante las prisas- y por las incidencias será lo que definitivamente determine el futuro del disputado escaño. La Junta Electoral revisará las actas desde hoy y cuando acabe, previsiblemente el sábado, dará audiencia a los partidos para debatir sus alegaciones.

El PP sostiene que ha localizado 3.429 papeletas suyas que fueron atribuidas a otras fuerzas el 26-O, según aseguró ayer el jefe de campaña de Esperanza Aguirre, Juan Carlos Vera, con lo que mantendrían "holgadamente" el último diputado. IU no pierde la esperanza. Su representante legal ante la Junta Electoral Provincial, Gerardo del Val, afirmó que han encontrado unos 600 votos traspapelados tras haber revisado una cuarta parte de las mesas. Según sus cuentas, a partir de ahora les bastaría obtener 420 de diferencia con el PP para quitarle a este partido el escaño.

Sube la participación

La crisis desatada por el caso Tamayo no ha mermado la participación de los madrileños que viven fuera de España en la elecciones a la Comunidad. Hubo 22.560, casi un 2% más que en mayo. Esta afluencia contrasta con la del pasado domingo: acudió a las urnas un 8,6% menos que cinco meses atrás.

No obstante, sólo una pequeña parte de los madrileños emigrantes ha participado en los recientes comicios. De los 139.065 inscritos, 25.883 enviaron su voto. No obstante, 3.323 fueron invalidados -y no entraron en las urnas- por diferentes motivos: fueron enviados fuera de plazo, no incluían el certificado censal que garantiza que viven en el extranjero o eran sobres de las elecciones locales gallegas, según el delegado provincial de la Oficina del Censo Electoral, Manuel Herrera.

El escrutinio fue realizado por funcionarios del INE que piden un día de vacaciones -a cambio de una cantidad de dinero- para poder recontar los votos. Todo transcurrió con normalidad en un pabellón de la Casa de Campo de Madrid. Hubo discusiones entre los representantes de los partidos y la Junta Electoral Provincial, pero antes de la apertura de las 30 urnas. La junta electoral decidió, a primera hora de la tarde, invalidar las papeletas de voto que llegaron sin sobre pero admitió, para disgusto de IU, los sobres de color sepia (los del voto) con remitente.

IU sostiene que la dirección en el sobre vulnera el principio constitucional del secreto del voto. La Junta rechazó este argumento y recordó que hay una resolución de la Junta Electoral Central, a raíz de los comicios de mayo, que ordenó que en el futuro fueran considerados válidos. La cifra de este tipo de votos problemáticos no fue facilitada con los resultados.