Economía pide que se eliminen las cláusulas de revisión salarial

El secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, afirmó ayer que es necesario reformar la negociación colectiva y eliminar las cláusulas de salvaguarda ligadas a la inflación, que no existen en ningún país de Europa, vinculándolas a la productividad.

De Guindos, que inauguró unas jornadas sobre La política económica para la nueva empresa española organizadas por la Fundación ICO y el Instituto de Empresa, dijo que en el contexto de la moneda única es básico que la evolución salarial se ajuste a las necesidades de productividad en España. "Eso implica que el sistema de negociación colectiva debe ser más flexible desde el punto de vista de las posibilidades de las distintas empresas, y que facilite unas cláusulas de salvaguarda ligadas a la evolución de la productividad, que a veces son mucho más beneficiosas para los trabajadores sin generar costes adicionales a las empresas", explicó.

El alto cargo insistió también en que no se puede permitir que los costes laborales sobre la producción sean superiores en España a la de sus competidores, ni que repuntes coyunturales de la inflación se trasladen a costes de las empresas, por lo que es conveniente, a su juicio, "ajustarse como un guante a la evolución de la productividad".

Por otro lado, De Guindos reconoció que la tasa de temporalidad en España, pese a haberse reducido en 4,5 puntos en los últimos años, es muy elevada (un 150% superior a la media europea) y se centra en los colectivos más débiles y con menos formación. Por ello, resaltó la necesidad fundamental de que la negociación colectiva tenga en cuenta estas consideraciones.

La responsable de Empleo de CC OO, Lola Liceras, y el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, criticaron las propuestas de Economía, que calificaron de "reiterativas recetas". En declaraciones a Europa Press, Liceras y Ferrer recordaron que el "escandaloso descontrol de los precios" no es achacable a los salarios, sino a la propia política económica del Gobierno que, lejos de combatir la inflación, se marca previsiones "increíbles de cumplir".