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ELECCIONES EN CATALUÑA

Clos insta a rehacer el pacto histórico entre Barcelona y Cataluña

Blanca Cia

"Es hora de superar malentendidos. No es cierto que sea mejor mantener colores diferentes a cada lado de la plaza de Sant Jaume. Es hora de probar los beneficios de trabajar conjuntamente". Joan Clos, alcalde de Barcelona, pareció entrar plenamente en la precampaña de las autonómicas expresando su deseo de tener como vecino de plaza a Pasqual Maragall, al frente del Gobierno catalán. La conferencia Barcelona, capital de Cataluña: ambición y futuro compartido, pronunciada en la sede del Instituto de Educación Continua (IDEC), tuvo un tono marcadamente electoral. Sin perder la contención que caracteriza sus intervenciones, Clos fue más contundente en sus críticas al quehacer de la Generalitat respecto a Barcelona: "No puede ser que un país esté contra la capital". Porque el alcalde está convencido de que el Gobierno de CiU ha "desconfiado" de Barcelona.

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Corregir carencias básicas

"Es el momento de rehacer el pacto histórico entre Barcelona y Cataluña y de que la capital lo sea de un proyecto compartido", afirmó. En la conferencia, Clos insistió en varios puntos. Uno, la necesidad de que el nuevo estatuto sea un buen instrumento para corregir algunas de las carencias básicas, como la gestión de las infraestructuras, entre ellas el aeropuerto y la vivienda: "Las circunstancias políticas nos han advertido de que no podemos dejar tantas decisiones estratégicas en manos de Madrid". Otro, la necesidad de que el estatuto incluya explícitamente el Área Metropolitana de Barcelona "para que nadie vuelva a caer en la tentación de suprimirla", en referencia al decreto del Gobierno de CiU que supuso la anulación de la Corporación Metropolitana.

Clos ve los mayores males en la política que desarrolla el Gobierno del Partido Popular por reducir progresivamente el gasto social y recortar el Estado de bienestar en aras del "déficit cero". Pero también criticó a la Generalitat por seguir esas tendencias. Y en esa línea, insistió en que Barcelona está en clara desventaja respecto al trato que reciben otros municipios catalanes. Por ejemplo, en inversión social, ya que la Generalitat destina 0,47 euros a Barcelona por cada euro que dedica al resto de Cataluña. El desequilibrio vuelve a producirse en las plazas de residencia de la tercera edad: por cada plaza que se financia en Cataluña, en Barcelona se costea el 0,60. Según las cifras del alcalde, la inversión en guarderías es el 40% menor en la capital catalana que en el resto de Cataluña. "En cambio, cuando los servicios se han traspasado, como el de ayuda domiciliaria, por cada hora de atención que se da en Cataluña, en Barcelona se ofrecen 1,42", explicó. Otro ejemplo de la discriminación hacia la capital es que el despliegue de los Mossos d'Esquadra no llegará a ella hasta el año 2005.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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