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Reportaje:

Guardaespaldas para el Este

Pikolín busca nuevos mercados en Polonia y Hungría como área natural de expansión

Pikolín venderá colchones hasta en el Este. Los candidatos más firmes para la instalación de la empresa son Polonia y Hungría, debido al tamaño de su población. El proyecto supondrá la creación de un centro de producción en uno de esos países. El ritmo de implantación será discreto, con una facturación inicial de ocho millones de euros, asegura el director general de la compañía, José María Mendizábal.

La compañía española plegó velas en Venezuela y Colombia en los años ochenta y más tarde descartó su entrada en Marruecos

Pikolín sondea oportunidades de mercado en países del este de Europa, con el objetivo de extender su radio de influencia hacia esta área geográfica. "Estamos considerando esta posibilidad porque nuestra cuota en el mercado nacional es muy alta y nos resultaría muy difícil crecer en España", asegura José María Mendizábal, director general de la empresa. Pikolín dispone de una cuota de mercado del 31%, según fuentes de la compañía.

Los países con más opciones de dar acogida al nuevo inversor español son Polonia y Hungría, porque "cuentan con más posibilidades de negocio, ya que disponen de una población mayor y van a ingresar pronto en la Unión Europea", indica el director general de Pikolín.

El proyecto de desembarco de la empresa en el este de Europa se encuentra todavía en su fase inicial. La decisión respecto a este plan de expansión habrá de estar tomada en el segundo semestre del año que viene, indica Mendizábal.

El fabricante de colchones deberá disponer de fábrica propia en el nuevo mercado donde decida instalarse. Los elevados costes de transporte del producto que vende aconsejan contar con planta de producción en el mercado correspondiente.

La opción más probable para la constitución de esta nueva filial en el Este es que Pikolín tire de talonario. "Nos parece más apropiado adquirir una empresa local que partir de cero; habría que crear una marca o participar en una ya existente en ese país", asegura Mendizábal.

La facturación inicial en este nuevo mercado será discreta, entre los seis y los ocho millones de euros, algo menos del 4% de los ingresos previstos por el grupo para este año, indica el director general de la empresa. La inversión del grupo español dependerá del camino que escoja para su implantación en ese país.

La empresa, con sede en Zaragoza, está representada en Europa a través de la filial francesa Cofel, creada el pasado año en alianza con la belga Recticel, y en Portugal, a través de su subsidiaria Pikolín Lusitana, constituida en 1988 y que lidera el mercado luso. La filial francesa cuenta con una facturación anual de 135 millones de euros.

La empresa tuvo implantación en Venezuela y Colombia en los años ochenta, pero consideró más prudente abandonar estos mercados. Después sondeó la posibilidad de instalarse en Marruecos, pero "lo desechamos porque se trata de un mercado muy pequeño".

La empresa registró una facturación de 180 millones de euros el pasado año y espera cerrar este ejercicio con unos ingresos de 210 millones de euros, lo que supondría un incremento del 16,6%. La empresa tiene 55 años de historia y dispone de un centro de producción en Zaragoza y 42 almacenes en toda España, con 60.000 metros cúbicos.

El Grupo Pikolín cuenta con otras tres filiales, Sunlay, Espadesa -franquiciadora de las tiendas Bed's- y Ceadesa, que vende marcas como Bultex, Seissflex, Lattoflex y LeBed.

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