"Lo más duro de la crisis no se vio en televisión, sino en los despachos"

Concepción Dancausa Treviño (Burgos, 1952), licenciada en Derecho, casada y con cinco hijos, ha vivido la crisis de la Asamblea desde el puesto aparentemente más neutral y quizá el más incómodo de todos: el del árbitro. Fue elegida presidenta de la Cámara en segunda votación gracias a la mayoría suficiente que le dio al PP la espantada de los dos diputados tránsfugas del PSOE, Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez. Ahora vuelve a ocupar el número cuatro en la lista de Esperanza Aguirre.

Pregunta. Teniendo en cuenta las circunstancias en las que se produjo su elección como presidenta de la Asamblea, ¿se planteó en algún momento no aceptar el cargo?

Respuesta. No, en ningún momento. ¿Por qué iba a renunciar? A mí me votaron los 55 diputados de mi grupo. Nadie más. Y las circunstancias las calificaría, más que otra cosa, de sorprendentes.

P. ¿Le gustaría repetir en el cargo si el PP gana los comicios del próximo domingo?

R. Pues... (pausa). Es un cargo bonito y una gran experiencia. Pero yo estaré a lo que me diga mi partido. No serán mis preferencias las que decidan qué cargo ocupo.

P. ¿Y cuáles son sus preferencias? Algunos de sus compañeros del PP dicen que preferiría dirigir la Consejería de Servicios Sociales.

R. Yo no he dicho que tenga preferencias. He dicho que, aunque las tuviera, no serían ellas, sino mi partido, lo que determinaría qué cargo ocupo.

P. Usted ha sido el árbitro de la institución durante la crisis. ¿Cómo valora la actitud de los tres grupos parlamentarios?

R. No ha habido en toda la legislatura un debate político sobre las cuestiones que interesan a los madrileños. El PSOE intentó trasladar a la Cámara su problema interno, de partido. Y el PP optó por dejar que los madrileños se pronunciaran, en unas nuevas elecciones, sobre lo que había ocurrido. El PP ha obrado bien.

P. ¿E Izquierda Unida?

R. Al principio apoyó la teoría de la trama que defendía el PSOE. Luego se dio cuenta de que no se sostenía y rectificó en parte.

P. ¿Cree que Rafael Simancas hizo algo bien en esta crisis? ¿Le parece bien que expulsara inmediatamente a los tránsfugas en lugar de negociar con ellos para conservar la mayoría en la Cámara?

R. No sé... Es muy difícil valorar... Pero Simancas debió asumir su responsabilidad por lo ocurrido con dos miembros de su lista. Tenía que haber dimitido.

P. ¿Cuál ha sido para usted el momento más duro en estos cuatro meses?

R. Ha habido muchos. Y no precisamente los que se vieron por televisión, sino los que se producían en los despachos. Hemos tenido que tomar muchas decisiones de tipo jurídico, que no estaban recogidas en el reglamento o que había que interpretar: la posibilidad de que no se presentase ningún candidato a la investidura, la exclusión de Eduardo Tamayo de la comisión de investigación, los plazos... Todo eso requirió mucho estudio. Y luego el desarrollo de las sesiones plenarias: lo normal es que se sepa de antemano qué va a votar cada grupo, pero aquí ha habido veces que hasta el último momento eso era un enigma.

P. ¿Se ha sentido superada?

R. No, superada no. Pero sí con la responsabilidad última de interpretar el reglamento. Tampoco me gustó ver cómo descendía el nivel usado en la Cámara: no ha sido el adecuado, se ha caído en la descalificación personal

P. ¿Se refiere a cosas como cuando Esperanza Aguirre comparó a Rafael Simancas con el ministro nazi Joseph Goebbels?

R. Bueno... No sé, ese tipo de cosas y otras muchas que se dijeron desde otros grupos.

P. ¿Por qué no ha realizado ni una sola declaración institucional en estos meses de crisis?

R. Mi papel no era manifestarme, sino aplicar el reglamento. Los presidentes de la Asamblea nunca hacen declaraciones.

P. ¿Recibió algún tipo de directriz de su grupo, el PP?

R. No. Asumí el cargo con el compromiso de ser presidenta de todos, y eso he intentado.

P. ¿Qué consiguió la comisión de investigación?

R. Esas comisiones no dan nunca una buena imagen de nadie. Pero creo que quedó demostrado que no se podía probar la existencia de ninguna trama.

P. ¿Qué espera de las elecciones del próximo domingo?

R. Que gane el PP y que la Asamblea de Madrid recupere el debate político.