Las empresas exigen garantías jurídicas para invertir en Irak
El Consejo de Gobierno dice que quienes ayuden ahora recibirán mejor trato en el futuro
Sin seguridad no habrá negocio en Irak. Las empresas condicionaron ayer su participación en la reconstrucción del país árabe al establecimiento de un marco legal y político estable que garantice las inversiones. "El dinero es tradicionalmente cobarde", advirtió uno de los ejecutivos que asistieron a la conferencia para abordar el papel del sector privado en el desarrollo del nuevo Irak, paralela a la Conferencia de Donantes.
La patronal CEOE fue más allá: confía en que el Gobierno español destine los 300 millones de dólares comprometidos a financiar proyectos de firmas españolas. Mientras tanto, el Consejo de Gobierno iraquí aseguró que a "los países que ayuden ahora se les tratará de forma diferente a los que vengan después", aseguró Mowaffak al Rubaie. Con cautela, pero también interés, cerca de 330 empresarios y representantes de organizaciones empresariales de 47 países mantuvieron una jornada intensiva de contactos con miembros del Gobierno provisional de Irak, que informaron a compañías como Repsol YPF, Cepsa, BBVA, SCH, BNP Paribas, Telecom Italia, Samsung y Scania de las oportunidades de negocio de su país. En juego está una parte de los 36.000 millones de dólares que el Banco Mundial estima que serán necesarios para cubrir las necesidades más urgentes de Irak hasta 2007.
El vicepresidente primero y ministro de Economía español, Rodrigo Rato, aseguró al inicio de la cumbre que ha llegado el momento de "dar pasos significativos" y animó a la iniciativa privada a participar en la reconstrucción. De momento, la reunión de ayer fue sólo informativa. No se firmaron contratos ni se cerraron operaciones. La máxima preocupación de las empresas se centró en los riesgos que todavía tiene el mercado iraquí, porque la incertidumbre que existe allí amenaza a los proyectos empresariales a medio y largo plazo. "La falta de un marco de seguridad jurídica es uno de los aspectos fundamentales", afirmó el director de relaciones internacionales de la CEOE, José María Lacasa. "Será un proceso más lento de lo que nos quieren hacer ver los propios iraquíes", añadió el director general de relaciones internacionales de Abengoa, Manuel Gasset, que tiene muchas dudas sobre la confianza que puede dar un gobierno de carácter provisional a su empresa, que, sin embargo, quiere estar presente en Irak "lo antes posible". "Nos toca un papel importante en la reconstrucción", sentenció Javier Taberna, de las Cámaras de Comercio, que preparan un viaje empresarial a Irak para diciembre. Manuel Valencia, vicepresidente de Técnicas Reunidas, una firma de ingeniería dispuesta a ir a Irak, señaló que, si bien se muestra escéptico sobre las posibilidades de España en la reconstrucción, "la tarta es muy grande".
El sector petrolero salió un tanto sorprendido, y no gratamente, de la reunión que mantuvieron con los representantes iraquíes. Para empezar, no hubo representación de la empresa estatal SOMO, la que se encarga de sacar a concurso los contratos de adjudicación de crudo, como a los que ya optaron Cepsa y Repsol YPF en estos últimos meses, desde que acabó la guerra. También les interesaba ver la posibilidad de invertir en exploración y producción petrolera en Irak, y de esto, nada de nada. Fuentes del sector petrolero español creen que no hablaron de producción porque es un sector dentro del negocio en el que todavía hay muchas decisiones que tomar y que por lo menos pasarán ocho meses o incluso un año para que se abra a la inversión extranjera. No obstante, hubo quien dejó caer que si no se mencionó el negocio de la extracción de crudo puede deberse a que gran parte de éste puede estar ya en manos de empresas estadounidenses.
Los empresarios mostraron su voluntad de hacer negocios en Irak. Según la CEOE, más de cien firmas españolas se han registrado en la Agencia de Ayuda Humanitaria de Estados Unidos para optar a alguna de las subcontratas que ofrecen las compañías norteamericanas.
Pese a todas las dudas, el Ministerio de Industria de Irak entregó ayer durante la cumbre una lista de empresas estatales iraquíes que se disponen a licitar 18 contratos de explotación con derecho a compra en un futuro de una serie de fábricas. Un primer paso para abrir el país a las privatizaciones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Ocupación militar
- Conferencia donantes Irak
- Conferencias internacionales
- Presidencia Gobierno
- Ayuda económica
- Guerra Golfo
- Reconstrucción
- CEOE
- Irak
- Cooperación y desarrollo
- Cese hostilidades
- Patronal
- Relaciones internacionales
- Acción militar
- Estados Unidos
- Relaciones económicas
- Proceso paz
- Organizaciones empresariales
- Oriente próximo
- Política exterior
- Relaciones laborales
- Guerra
- Asia
- Conflictos
- Empresas